Ejecución de Tamayo crea una herida entre México y EEUU

La ejecución de la pena de muerte al reo mexicano aumenta tensión a la relación entre ambos países, afirman

La familia del reo mexicano Edgar Tamayo reza después de recibir la noticia de que la ejecución del ciudadano mexicano procedería, en Huntsville, Texas.

La familia del reo mexicano Edgar Tamayo reza después de recibir la noticia de que la ejecución del ciudadano mexicano procedería, en Huntsville, Texas. Crédito: AP

WASHINGTON, D.C.— La ejecución del mexicano Edgar Tamayo en una celda en Huntsville (Texas) aumentará las fricciones en la ya tensa y compleja relación entre EEUU y México en vísperas del viaje que realizará el presidente Barack Obama para la Cumbre de Líderes de Norteamérica en Toluca (México), el próximo 19 de febrero, aseguraron a La Opinión varios expertos.

Ni la Corte Suprema de EEUU ni el gobernador republicano de Texas, Rick Perry, impidieron la ejecución de Tamayo, la primera en Texas en 2014.

Maureen Meyer, experta en temas de México en la Oficina de Washington para América Latina (WOLA), dijo que este caso “pondrá a EEUU en una difícil posición cuando pida al gobierno mexicano que respete sus compromisos internacionales sobre derechos humanos”, porque EEUU “no ha respetado el derecho internacional”.

“La relación bilateral va mucho más allá del caso de Tamayo, pero con seguridad esto será tema de discusión en el diálogo bilateral… México seguirá expresando su preocupación sobre la pena de muerte en este país”, observó Meyer.

El propio secretario de Estado, John Kerry, advirtió las consecuencias a las relaciones bilaterales y del efecto que podría tener para estadounidenses que sean detenidos en el exterior.

Kerry envió una carta a las autoridades de Texas en la que sin poner en duda la condena de Tamayo, pedía retrasar su ejecución para revisar si la falta del acceso a ayuda consular influyó en el caso.

“Este asunto será otra fuente de irritación en las relaciones entre los dos países, y no va a hacer más fáciles las discusiones de la cumbre del mes próximo”, dijo Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, un centro de estudios políticos.

“Hay demasiado en juego en esta relación bilateral, y aunque la ejecución de Tamayo no la pondrá en peligro, sí va a generar más desconfianza hacia EEUU entre los mexicanos, y afectará todo el ambiente”, vaticinó.

Andrew Selee, vicepresidente ejecutivo del Centro Woodrow Wilson, señaló que la “relación estrecha, pero a veces turbulenta entre los gobiernos de Obama y (el ex presidente mexicano Felipe) Calderón, ha sido reemplazada por una agenda bilateral más pragmática en el último año” con el gobierno de Enrique Peña Nieto.

“La ejecución probablemente cause frustraciones en México, pero no al punto de descarrilar las relaciones entre ambos gobiernos”, opinó.

La ejecución de Tamayo, uno de 51 casos incluidos en el llamado “Fallo Avena” de 2004, fue condenada por grupos defensores de los derechos humanos, incluyendo Human Rights Watch, que el martes la calificó como una “aberración” y “un acto de barbarie”.

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