Difícil la reforma en 2014

Líder republicano no espera que este sea el año de un cambio migratorio

El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, dice que su partido desconfía de la Administración Obama.

El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, dice que su partido desconfía de la Administración Obama. Crédito: EFE

WASHINGTON, D.C.— Apenas una semana después de que su oficina divulgase los “principios” para conseguir la reforma este año, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, echó un balde de agua fría al diálogo migratorio al afirmar ayer que “será difícil avanzar” en 2014 debido al recelo de los republicanos hacia la Casa Blanca.

Haciendo eco de las quejas de otros líderes republicanos, entre ellos el senador por Florida, Marco Rubio, Boehner explicó que primero se tiene que despejar el ambiente de desconfianza que persiste en la capital, Washington.

“Hay una duda generalizada sobre si se puede confiar en que esta Administración puede hacer cumplir nuestras leyes migratorias”, dijo Boehner.

Por lo tanto, será difícil avanzar en una legislación de inmigración hasta que eso cambie”, enfatizó Boehner, sin precisar qué debe hacer la Administración para ganarse la confianza de los republicanos.

“He dejado en claro durante 15 meses la necesidad de que el Congreso y la Administración trabajen juntos en el asunto de la reforma migratoria. Necesitamos hacerla”, aseguró Boehner.

“Seguiré hablando con nuestros miembros (de la bancada republicana) sobre cómo avanzar, pero el presidente (Barack Obama) va a tener que poner de su parte”, subrayó Boehner al final de su tradicional rueda de prensa semanal.

Boehner se quejó de que Obama les está pidiendo la aprobación de uno de los principales objetivos de su presidencia y, sin embargo, “ha mostrado muy poca voluntad de trabajar con nosotros en la menor de las cosas”.

Fuentes legislativas dijeron a La Opinión desde el anonimato que, en privado, los republicanos han expresado su temor por el riesgo político que correrían si promueven cualquier tipo de reforma migratoria antes de los comicios legislativos del próximo 4 de noviembre, en los que solo necesitarían ganar seis escaños para recuperar el control del Senado.

Algunos grupos proinmigrantes criticaron lo que interpretan como el doble discurso de Boehner, por entender que ahora los republicanos aparentemente buscan “excusas” para no votar la reforma este año.

“Una semana después de emitir sus estándares para la reforma migratoria, los republicanos de la Cámara Baja ya están buscando cómo disminuir las expectativas sobre la aprobación de la reforma este año y están probando excusas”, dijo en un comunicado Lynn Tramonte, subdirectora del grupo America´s Voice.

“Los republicanos necesitan entender que esto no se trata de Obama (quien ya está deportando en números récord, aproximándose pronto a los dos millones). Se trata de ellos” y lo que harán para resolver la crisis migratoria, agregó.

Tramonte destacó una enmienda del legislador republicano Steve King que eliminó los fondos para el programa de “acción diferida” para los estudiantes indocumentados —la medida no prosperó en el Senado— y advirtió del riesgo político de los republicanos en distritos con fuerte población hispana.

La divulgación de los “principios” suscitó elogios y críticas en todo el espectro político, aunque los grupos a favor de la reforma han prometido continuar sus campañas de presión hasta lograrla. Según la Casa Blanca y los activistas, ya se han presentado todos los argumentos económicos, políticos y sociales, y la pelota está en el techo de los republicanos.

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