Ingenio latino en nombres de comercios en NYC

"La Oficina", “El Basurero” y "El Abuelo Gozón" son algunas muestras de que la creatividad destaca entre los hispanos dueños de negocios en la ciudad

Nueva York — Mientras muchos latinos en la ciudad se pasan las horas en “La Oficina”, otros prefieren “El Basurero”.

Con una mezcla de ingenio, arte y folclor de sus países de origen, los comerciantes latinos bautizan a sus negocios con nombres peculiares y simpáticos que perduran en la memoria colectiva, y que atraen a los curiosos.

En Astoria, Queens, se encuentra “El Basurero”, un popular restaurante colombiano que, aparte de su peculiar nombre, le llamará la atención por su decoración. Hamacas que cuelgan del techo, zapatos, sombreros, bicicletas, una máquina de coser, antigüedades de apariencia polvosa y ollas viejas son parte de la “basura” que hace tan peculiar al sitio.

“La primera vez que vi el nombre en la marquesina pensé que era una tienda de antigüedades o un centro de donaciones, no imaginé que se trataba de un restaurante”, dijo la mexicana Teresa Herrera (67), quien recientemente celebró su cumpleaños en “El Basurero”.

Con cuatro sucursales en Manhattan, una en El Bronx y dos más en Queens, y la sede original en el vecindario latino de Jackson Heights; el restaurante “Pío Pío” es el gallo de los nombres creativos y lo sabe cacaraquear con orgullo.

El pollo a la brasa al estilo peruano es la especialidad de esta cadena de restaurantes, de allí el nombre; pero algunos comensales prefieren creer que se debe a que los guisos son tan frescos que el ave de granja aún pía en el plato.

En las inmediaciones de la calle 143 y la Avenida Amsterdam, una bodega dominicana de nombre “Aquí me quedo” ofrece algo más que artículos hispanos, jugos naturales y pastelillos recién horneados.

“El nombre es muy quisqueyano. Los clientes dicen ‘aquí me quedo’ porque somos tan buenos que no quieren comprar en otra bodega”, dijo Joselyn Martínez, la mujer detrás del mostrador.

Pero para la fiel compradora Melanie Fernández (32), el “aquí me quedo” involucra una buena conversación con empleados y clientes.

“Cuando me preguntan en casa por qué llego tarde, digo que me quedé en la bodega”, comentó con una sonrisa.

Otros nombres curiosos van desde el bar de Corona “La Oficina” hasta la discoteca de Jackson Heights “El Abuelo Gozón”, pasando por el restaurante guayaquileño “Ñaño”, en el Midtown de Manhattan, nombrado a partir de un término de cariño popular en Ecuador.

La peluquería “De Pelos”, en las inmediaciones de la calle 104 y la Avenida Lexington, no pasa desapercibida entre los residentes de El Barrio.

“En cualquier esquina puedes encontrar un ‘Pérez Barber Shop’ o un ‘Hairstyle Barber Shop’, pero el nombre de este negocio está de pelos, es genial”, dijo el puertorriqueño Víctor Céspedes (27), un cliente frecuente.

El Abuelo Gozón, discoteca en 79-03 Roosevelt Ave.
La Oficina, bar ubicado en el 39-20 104 St., Corona.
La Perrada De Chalo, restaurante colombiano en el 83-12 Northern Blvd., Queens.
Boca Juniors, restaurante argentino en el 81-08 Queens Blvd., Elmhurst.
Chivito D’ro, restaurante uruguayo en el 84-02 37th Ave., Queens.
Rayuela, restaurante Nuevo Latino en165 Allen St., Bajo Manhattan.
Pinche Taquería, restaurante mexicano en 333 Lafayette, Bajo Manhattan.
Ñaño, restaurante ecuatoriano ubicado en el 691 de 10 Ave., Manhattan.

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