Cuatro hispanos de NY vinculados a grupos radicales islámicos

Antes de que el dominicano José Pimentel se declarara culpable de cargos relacionados con terrorismo, varios casos impactaron la opinión pública en la ciudad y en otras partes del país

José Padilla (43)

Nació en Brooklyn de padres puertorriqueños. Fue arrestado en mayo de 2002, en Chicago, bajo sospecha de planificar un ataque con una bomba radiológica o “bomba sucia”. Fue acusado por cargos de conspiración criminal.

En 2007, un jurado federal lo declaró culpable de conspirar para matar a gente en una jihad (guerra santa) y por financiar y apoyar el terrorismo internacional. En 2008, fue condenado a 17 años en prisión. Actualmente, su caso está siendo apelado en una corte de Florida, para rebajar la condena.

Marcos Antonio Zea (26)

Nacido en Nueva York de padre colombiano y madre guatemalteca. Fue arrestado en octubre del año pasado en su casa de Brentwood, Long Island, acusado de cinco cargos de terrorismo e intentar unirse en Yemen a una rama de Al Qaeda, para cometer crímenes en países extranjeros. Su caso continúa pendiente en corte.

Carlos Eduardo Almonte (28)

Nació en República Dominicana y llegó a Nueva Jersey a los cinco años. Fue arrestado, en junio de 2010, en el aeropuerto Kennedy, cuando iba a abordar un avión rumbo a Egipto. En marzo de 2011, se declaró culpable por cargos de conspirar para matar gente fuera de Estados Unidos en nombre del grupo terrorista Al-Shabaab. En abril de 2013, fue condenado a 20 años de prisión por una corte federal de Nueva Jersey.

Bryant Neal Viñas (30)

De madre argentina y padre peruano, nació en Nueva York. En 2004 se convirtió al Islam. En 2007, viajó a Pakistán para ser entrenado por los talibanes. Durante su estadía, ayudó infructuosamente en un ataque a las fuerzas norteamericanas, además de revelarle a Al Qaeda información exhaustiva sobre la línea Long Island Rail Road para un posible ataque terrorista. Fue arrestado por la fuerza leal pakistaní y enviado a los Estados Unidos. Se encuentra bajo la custodia en espera de sentencia.

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