Fariña en busca de más respeto para maestros de NYC

Canciller de Educación habla con El Diario/La Prensa sobre sus prioridades

La nueva Canciller de Educación, Carmen Fariña —en entrevista exclusiva con El Diario La Prensa—  habló de la importancia de oír la voz de padres, maestros y estudiantes.

La nueva Canciller de Educación, Carmen Fariña —en entrevista exclusiva con El Diario La Prensa— habló de la importancia de oír la voz de padres, maestros y estudiantes. Crédito: EDLP / Mariela Lombard

NUEVA YORK — Son cerca de las 5 p.m., y después de una larga jornada de reuniones, la recién nombrada canciller Carmen Fariña, a sus 70 años, no mostraba cansancio alguno en un salón de conferencias en el edificio del Departamento de Educación (DOE) en Manhattan.

Lo que sí confesó, en español muy cuidadoso (algunas veces prefiere decir los términos en inglés antes de cometer cualquier error), es que su voz ya se sentía algo gastada de tantas conversaciones que había tenido, algo que dice, es muy raro que ocurra.

Como el quinto funcionario hispano en ocupar uno de los dos puestos más importantes dentro del gabinete del alcalde (después del comisionado del Departamento de Policía), su personalidad es inconfundiblemente la de una maestra de vocación: recta, y al mismo tiempo comprensiva sobre las dificultades que enfrentan los estudiantes de escuelas públicas.

A seis semanas en funciones, expuso sus prioridades en el cargo y detalló los esfuerzos para preparar a 2,000 nuevos maestros para expandir la educación preescolar, además de tranquilizar a los padres que temen que la nueva administración debilite a las escuelas charter.

EDLP —¿Qué retos enfrentará usted para arreglar la situación de 1.2 millones de estudiantes en escuelas públicas?

—Creo que la primera cosa es darle más respeto a los padres y a los profesores de la Ciudad de Nueva York. Por muchísimos años ellos pensaban que no tenían voz. Que nadie les estaba escuchando. Vine ahora de una junta con todos los padres de la ciudad donde dijeron: Por fin hay alguien que nos va a escuchar. Escuchar no quiere decir que vamos a estar de acuerdo, pero quiere decir que si la gente quiere dar una opinión, tiene una pregunta, que va poder venir aquí y va a tener respuesta.

La segunda cosa que para mí es muy importante, que muchos maestros que yo encontraba en la calle me decían: “La gente que nos está dando órdenes nunca estuvieron en una escuela, nunca estuvieron en una clase”, y eso creo que lo podemos arreglar bastante rápido, porque yo fui maestra por 22 años. Fui directora por 10 años y conozco cómo trabaja la ciudad.

—Mientras Albany decide si aprueba o no los impuestos a ricos para costear la expansión de programas de preescolar, ¿qué planes tiene el Departamento de Educación (DOE) para avanzar en esta promesa electoral del alcalde De Blasio?

—Estamos haciendo todo lo posible para estar preparados para septiembre. Hoy me encontré con todas las universidades de Nueva York (CUNY) sobre cómo ellos tienen que tener programas de enseñanza. Vamos a necesitar casi 2,000 maestros más de los que tenemos ahora para estos estudiantes, y en eso ya estamos de acuerdo. Ya estamos preguntando dónde hay sitio para estos programas. Mandamos por internet a todos los directores de las escuelas y los CBO’s (Organizaciones de base comunitaria) que por favor nos dijeran cuántas clases quieren en septiembre. También estamos preparados para la enseñanza a los maestros en los CBO’s (organizaciones de base comunitaria). En los CBOs cada uno estaba a cargo de su proyecto, y queremos asegurar que todas las maestras de universal Pre-K tengan las mismas enseñanzas que una escuela.

—¿Se planea ofrecer educación bilingüe en pre-escolar?

—Lo que estamos hablando es cómo ofrecer servicios para los chiquillos que vienen con un segundo idioma (ESL, Inglés como segundo idioma). También, cómo podemos enseñar a los chiquillos más vocabulario. Sabemos que los chiquillos en algunos barrios, una vez en tercer grado ya están un año o dos atrasados en el número de palabras que pueden usar. Nosotros queremos estar seguros de que los niños de 4 años tengan el mismo vocabulario tanto si vienes de El Bronx, de Brooklyn, de donde vengas de la ciudad.

—Muchos padres se quejan de la manera tan rápida que se ha implementado el programa de aprendizaje común nacional Common Core. ¿Qué piensa hacer usted para corregir esa situación?

—Yo creo que el problema más grande del Common Core es que nunca se explicó bien lo que es y lo que no es. El Common Core no es un libro lleno de enseñanza, no es un currículo. El Common Core son estrategias que se tienen que usar no importa lo que el chiquillo aprenda. Por ejemplo, un chiquillo tiene que aprender en quinto grado, poder hablar en frente de otros estudiantes sobre muchos temas, y tienen que poder explicar porqué tienen esa opinión. Common Core también dice que todos los niños tienen que poder discutir dos maneras de pensar sobre el mismo tema. Common Core es una manera de pensar más avanzada, critical thinking (pensamiento crítico), yo creo que mucha gente no entiende eso, creen que son cosas que tienes que memorizar y no es nada de eso.

—Muchos padres tienen temor sobre el futuro de las escuelas charter y han criticado que usted le haya quitado fondos, a pesar que dicen que sus hijos reciben allí educación de calidad. ¿Qué les puede usted responder a esos padres?

—Hay escuelas públicas de calidad y algunas que tenemos que atender mejor. Las escuelas charter no todas son iguales tampoco. Yo entiendo que algunas tienen servicios que necesitamos en la ciudad pero quitarles dinero, yo eso no lo veo. El dinero que salió del presupuesto fue para edificar edificios, y ese dinero lo podemos usar para nosotros edificar edificios. Los cambios no creo que van a ser tan grandes como los padres esperan.

—O sea, ¿que no esperamos el cierre de estas escuelas que están establecidas?

—Las que están establecidas ya están establecidas mientras se portan bien, porque acuérdate que el charter cada cinco años se tiene que examinar, y si no pasan el examen… Yo conozco dos que no lo pasaron, pero esto es parte del Estado. Tienen sus reglas, tienen sus maneras de hacer las revisiones.

—¿Y sobre el posible cobro de alquiler?

—Todo eso está en discusión. Por ahora no tenemos decisión alguna.

–Durante su nombramiento, usted dijo que se enfocara en trabajar con mejorar las relaciones con los padres. ¿Cómo planean lograrlo?

—Ya estoy cansada de tanto que estamos haciendo. Ya me encontré con los presidentes de todos los CECs (Citywide Community Education Council) de la ciudad. Todos. Una vez al mes voy al CPAC (Chancellor’s Parent Advisory Council), otro grupo de padres. Ahora empiezo por toda la ciudad los CECs. Cada semana tengo dos noches mínimo de ir a diferentes partes de la ciudad con Q&A (preguntas y respuestas). También mande una carta a todos los directores de escuelas, que traten de pensar, especialmente cuando tengamos conferencia de padres y maestros, que los padres deben de tener tiempo privado con la maestra, deben de darle cierto tiempo. Vamos a estar muy abiertos a la situación de los padres.

—Los estudiantes ELL (aprendices del idioma inglés) tienen las peores tasas de graduación de la secundaria y el índice más alto de deserción escolar. ¿Qué medidas piensa implementar para mejorar la situación de estos estudiantes?

—Estamos mirando muchas diferentes cosas. A mí me preocupa un poco que muchos de los ELLs no siguen en la escuela un año entero. Estamos descubriendo que muchos se van de vuelta a su país en las navidades y no vienen de vuelta hasta febrero. Hay ciertos hispanos, pero también pasa con los Bangladeshi, Pakistaní, que van de vuelta a su país y cuando vienen perdieron dos meses, y no meses del verano. Entonces, vamos a tener muchos más programas en ‘dual language’, donde el chiquillo que no habla inglés puede estar en la misma clase con los que hablan inglés, y entre los dos pueden tener más comunicación, aprenden los dos.

—El Daily News reportó que 1,200 maestros considerados “indeseables” por sus escuelas iban a ser reasignados por fuerza. ¿Qué van a hacer al respecto?

—En primer lugar, hay muchos en diferentes categorías: Los que por alguna razón u otra los sacaron de las escuelas, otros que a lo mejor no quisieron coger el trabajo que le ofrecían. Hay muchos que están así porque las escuelas donde enseñaban se cerraron, o sea que la culpa a lo mejor no es de ellos. No vamos a poner a nadie en una escuela a la fuerza, pero vamos a decir a los directores: mira tenemos a tres personas, ¿les quieres dar entrevistas a ver si alguna te gusta?

—Muchos saben que el alcalde fue respaldado por muchos sindicatos, entre ellos el de maestros (interrumpe para especificar que el de maestros no apoyó a De Blasio en las primarias). Algunos padres temen que se favorezca más a los sindicatos que a los estudiantes.

—No hay canciller en el mundo y alcalde en el mundo que va a firmar ningún contrato que no va ser a favor de los niños. No puedo yo imaginar ni una cosa así. La verdad es que estamos aquí para proteger los estudiantes, es nuestro trabajo, pero, al mismo tiempo, ayudar a los estudiantes no quiere decir que molestemos a los maestros. Para mí un mejor mundo es que los dos van a tener beneficios. Pero también en los últimos años mucha gente les insultaba, decían que los maestros ninguno vale, y yo en eso no creo. Yo creo que la mayoría de los maestros trabajan muy fuerte.

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