Líderes de América del Norte promueven más comercio

Los presidentes de México, Estados Unidos y Canadá evaden profundizar en temas ríspidos como la migración y la seguridad durante la VII Cumbre de Líderes de América del Norte

Los presidentes de México, Enrique Peña Nieto; de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, anunciaron iniciativas enfocadas a mejorar la competitividad de la región en la economía mundial,

Los presidentes de México, Enrique Peña Nieto; de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, anunciaron iniciativas enfocadas a mejorar la competitividad de la región en la economía mundial, Crédito: Notimex

TOLUCA, México.- Los líderes de América del Norte no se conforman con los mil millones de dólares que a la fecha acumula anualmente el Tratado de Libre Comercio y van por más para incrementarlo.

Van por la mejora de infraestructura y aduanas, un Programa de Viajero de Confianza, un Acuerdo de Asociación con los Países de Asia Pacífico y un ambicioso intercambio estudiantil que llevaría de uno a otro país a 150,000 alumnos al año.

Pero en la euforia de los anuncios optimistas que representó la séptima cumbre entre México, Estados Unidos y Canadá, realizada ayer en esta capital del Estado de México, se minimizaron los temas más ríspidos que afectan a las naciones en asociación comercial desde 1994.

En el caso de la migración, por ejemplo, el presidente estadounidense Barak Obama fue el único que dirigió unas palabras (11 exactamente) de manera fugaz y sin detalles: “La migración y la Reforma Migratoria serán mis prioridades más grandes”, dijo.

De paso también tocó el tema de narcotráfico y la delincuencia que “en México enfrentan las fuerzas de seguridad” con apoyo de Estados Unidos que a la vez “busca disminuir el consumo” de las drogas y el flujo de las armas.

“Estas cumbres son una oportunidad para el diálogo político, pero nunca son parte de la solución de los problemas más profundos”, observó Isabel Studer, analista internacional del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. “En LA búsqueda de coincidencia se pierden oportunidades reales de resolver temas que afectan al resto”.

En esta ocasión, Obama y sus homólogos Enrique Peña, de México, y Stephen Harper, de Candá acordaron armonizar la información comercial, invertir en turismo, crear un Plan Norteamericano de Transporte, facilitar las importaciones y exportaciones con una Ventanilla Única (en el caso de EEUU), crear un Consejo Trilateral de Desarrollo y hasta proteger a la mariposa monarca.

Además, entre los anuncios más significativos para la movilidad humana, aunque con tintes comerciales, el Programa Norteamericano de Viajeros de Confianza permitirá a las personas que pasen por un proceso de aprobación viajar con más facilidad entre los tres países.

“El balance de esta cumbre es positivo porque se centraron en los temas que pueden avanzar”, señaló Paz Consuelo Marquez, del Instituto sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La académica citó como “fundamental” que los líderes se enfocaran ayer en mejorar la infraestructura y la seguridad fronteriza como una palanca para impulsar aún más la competitividad. “Si la región comercial ha crecido tanto a pesar de lo difícil que es cruzar las mercancías de un país a otro, es fácil imaginar el potencial”.

Pero no todo es miel sobre hojuelas. Y de recordar las diferencias se encargaron los manifestantes que fueron reprimidos en las afueras del Palacio de Gobierno del Estado de México, donde se realizó el encuentro, a la sombra de los temas pendientes.

Adentro, el mandatario norteamericano condenó “la violencia inaceptable”… pero “en Venezuela”, a miles de kilómetros de Toluca, con un drama político más agudo que las demandas que exigían los inconformes de este país que protestaban por las concesiones a mineras canadienses.

Para algunos analistas binacionales como Armando Vázquez, del Centro de Estudios California México, en Estados Unidos, la Cumbre careció de “voluntad política”.

De vuelta al tema migratorio, Vázquez lamentó que Obama no diera muestras de buena voluntad con su socio comercial en un asunto que “cala” hasta lo más profundo de los mexicanos: la separación de familias a través de las deportaciones.

“Bien podría haber un hecho simbólico a la relación bilateral si hubiera anunciado una extensión a la Acción Diferida para frenar las deportaciones mientras se da una reforma migratoria”.

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