No al racismo

La Federación Mexicana de Futbol y la Comisión Disciplinaria necesitan tomar con mucha seriedad las recientes tendencias racistas que se han presentado en las tribunas de algunos estadios del balompié azteca

El mensaje que mandó la FMF y la Comisión Disciplinaria después de la jornada 6, donde se reportaron incidentes de racismo en contra de dos jugadores del Léon en el Estadio Nou Camp por parte de un sector de los seguidores de Pumas, no fue el mejor. No es posible que se dude y que se espere una queja formal para tomar acción cuando es evidente que ataques racistas están teniendo lugar.

Los sonidos de simios que hacían ciertos seguidores de Pumas cuando los jugadores colombianos Eisner Loboa y Franco Arizala tomaban el balón fueron escuchados en el estadio y varios jugadores lo denunciaron pero no se tomó ninguna acción inmediata.

En la jornada siete volvieron a escucharse los sonidos de simios, en esta ocasión en el Estadio Hidalgo en Pachuca. Cada vez que los jugadores de los tuzos Walter Ayoví y Enner Valencia se apoderaban del esférico los ruidos bajaban de la tribuna por parte de un sector de aficionados del Atlante.

Es inaceptable que jugadores tengan que aguantar este tipo de ataques racistas. No sé con qué seriedad la Comisión Disciplinaria esté tomando estos casos pero si no es con la total determinación de querer acabar con esto entonces sería algo muy lamentable.

Comprar un boleto no le da a ningún aficionado el derecho de insultar a alguien por el color de su piel o su fe. No se le puede oprimir de esa manera a un atleta profesional o a cualquier ser humano. Como sociedad no podemos permitir que esto se convierta en algo común, al contrario como aficionados, como personas, tenemos que denunciarlo y la Comisión Disciplinaria atacarlo con todo su poder.

No hay que olvidar las palabras del reverendo Martin Luther King: La injusticia, en cualquier lugar, es una amenaza para la justicia en todas partes.

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