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Sana tus uñas antes de pintarlas

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Crédito: thinkstock

Nueva York — Cuanto tus uñas se rompen, escaman o debilitan, seguramente te están enviando señal de que algo en tu organismo está cambiando.

Te ayudamos a establecer las causas y soluciones del problema.

Rayitas blancas: parecen escamas y no lo son. Se trata de una mancha en la zona inferior de la uña y que sólo pareciera quitarse al cortarla. Esto suele ser síntoma de falta de vitamina A, consecuencia de un golpe o un corte inadecuado de la cutícula. Pero si la uña presenta manchas amarillas, puede tratarse de la presencia de un hongo, así que será mejor visitar al dermatólogo.

Uñas acanaladas: son frecuentes en las personas de edad avanzada y a veces causadas por la falta de líquido en el organismo. Mejora su apariencia hidratándolas y bebiendo ocho vasos de agua diarios.

Uñas quebradizas y resecas: si tus uñas se rompen cada vez que comienzan a crecer, puede que tu cuerpo te esté avisando que necesitas tomar vitaminas o alimentarte mejor.

Muchas veces gastamos frascos de endurecedor sin obtener resultado, cuando la vitamina B, hierro, calcio y zinc son los verdaderos responsables de mantener las uñas fuertes. El agua, la acetona, algunos esmaltes y productos de limpieza debilitan las uñas, así que usa guantes para hacer tus labores de limpieza.

Uñas escamadas: así como las de un pescado, tus uñas pueden presentar capas que se van desconchando y por ende, deterioran su salud y apariencia. Esto puede ser signo de deshidratación, exceso de estrés, falta de descanso y hasta algún desorden tiroideo. Lo primero que debes saber es que no debes retirar las escamas, ya que son un mecanismo de protección.

Lo segundo, es aprender a sanarlas. ingiere mucho líquido, hidrátalas diariamente con aceite de oliva, disminuye la ingesta de cafeína, duerme ocho horas y haz ejercicio para drenar el estrés.

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