De Blasio en busca de techo barato para todos los neoyorquinos

El alcalde quiere garantizar vivienda asequible para cerca de 500,000 personas en la ciudad

El primer desafío, según los expertos, es determinar cuál es el precio justo para un alquiler en cada vecindario de la ciudad.

El primer desafío, según los expertos, es determinar cuál es el precio justo para un alquiler en cada vecindario de la ciudad. Crédito: EDLP / Mariela Lombard

Nueva York — Mientras se espera que el próximo 1º de mayo el alcalde Bill de Blasio anuncie su ambicioso plan de vivienda con el que intentará hacer honor a su promesa de campaña de crear 200,000 unidades de renta asequible, la ciudad se pregunta si se logrará revertir la “historia de dos ciudades” de la era Bloomberg.

En el papel, la estrategia del exalcalde Michael Bloomberg fue irreprochable. Durante su mandato, se crearon o mantuvieron alrededor de 165,000 unidades, el mayor número de viviendas asequibles desarrollado por una ciudad en toda la historia de los Estados Unidos.

Sin embargo, algunos expertos consideran que el impacto real de esa política fue muy inferior al que sugieren los números, especialmente entre las comunidades afroamericanas.

En su reciente discurso sobre el Estado de la Ciudad, De Blasio reiteró que su objetivo es garantizar un techo a cerca de 500,000 neoyorquinos de bajos o moderados ingresos.

La asistencia municipal es aún más importante debido al presente congelamiento de Section 8, el programa de subsidios federales para la vivienda.

“Ayudaremos a los neoyorquinos que están aplastados por alquileres altísimos … obligaremos a los empresarios de bienes raíces a construir viviendas para personas normales en lugar de apartamentos para multimillonarios”, declaró entonces el alcalde.

El primer desafío, afirman los expertos, es determinar qué es lo que se entiende por “asequible”: cuál es el precio justo para un alquiler en cada vecindario de la ciudad.

Según un informe de la Association for Neighborhood and Housing Development (ANHD), una coalición de un centenar de organizaciones comunitarias, dos tercios de las unidades creadas durante la administración Bloomberg eran demasiado caras para los residentes de los barrios en las que se construyeron.

En otras palabras, los habitantes de esos barrios fueron víctimas de la gentrificación: los edificios mejoran, pero los que vivían en esa zona ya no pueden pagar las rentas.

“El equipo de De Blasio debe trabajar con las juntas comunitarias para diseñar un plan de vivienda asequible para cada vecindario, de acuerdo a las necesidades de sus habitantes”, recomendó Alan Aja, profesor del Departamento de Estudios Latinos del Brooklyn College. “En una ciudad tan desigual como ésta, no se puede aplicar el mismo criterio para todos; es necesario tomar medidas para evitar el desplazamiento masivo de latinos y afroamericanos”.

La distribución equitativa de la vivienda asequible también es clave. Según el mencionado informe, el 30% de las unidades que creó o preservó el New Housing Marketplace (NHMP, nombre oficial del programa de la anterior administración municipal), se concentró en cinco distritos: Central Harlem, Chinatown – Lower East Side, East Harlem, Chelsea—todos en Manhattan—y Melrose-Mott Haven, en El Bronx.

Los críticos del legado de Bloomberg cuestionan la falta de equidad en la distribución de recursos no sólo entre los cinco condados, sin también dentro de Manhattan.

En Washington Heights e Inwood, según datos de la ciudad, se construyeron poco más de 200 apartamentos asequibles y se conservaron alrededor de 1,300, mientras que en Chelsea, una de las zonas más ricas, se crearon o mantuvieron casi 7,000.

“Nos dejaron fuera”, se quejó Ydanis Rodríguez, concejal del Distrito 12, que representa a aquellas zonas del Alto Manhattan en que más de 80% de la población es hispana. Rodríguez reveló que durante la última década, casi 20,000 residentes de su distrito —uno de los más pobres del condado— han sido desplazados por el aumento de las rentas.

Según Clara Irazábal, profesora de planificación urbana de la Universidad de Columbia, esta desigualdad se debe a la falta de control del Gobierno municipal.

“Los desarrollistas deberían estar obligados a incluir oferta de vivienda asequible en todas sus edificaciones”, señaló Irazábal. La experta propone que el 30% de todo nuevo edificio que se levante en la ciudad sea destinado a vivienda asequible.

Para beneficiar a la comunidad latina es también de vital importancia defender a quienes ya tienen una vivienda asequible, dice Javier Valdés, director de la organización pro inmigrante Make the Road New York y miembro de la junta de ANHD.

“En Bushwick (Brooklyn) y otras zonas codiciadas por los desarrollistas, los caseros se aprovechan de la falta de medios y protección legal de los residentes hispanos para desplazarlos”, explicó Valdés.

Según datos de la Defensoría del Pueblo (publicados cuando el actual alcalde estaba al frente de la repartición), el 90% de los inquilinos que sufren un proceso de desalojo carecen de medios para pagar un buen abogado. En contraste, 98% de los caseros cuentan con al menos un letrado que los representa.

Una solución parcial para paliar esta desventaja sería expandir los subsidios para servicios legales para inquilinos de bajos ingresos. De Blasio formuló esta propuesta cuando era Defensor del Pueblo. Habrá que ver si el alcalde mantiene esa palabra.

“En el plan de Blasio quiero ver propuestas específicas para la gente humilde, no sólo para la clase media”, sostuvo Valdés. “Esa su verdadera diferencia con el pasado”.

Alicia Glen: Vicealcalde para Vivienda y Desarrollo económico

Vicki Been: Directora de Preservación y Desarrollo de la Vivienda (HPD)

Gary Rodney: Presidente de la Corporación de Desarrollo de la Vivienda (HDC)

Shola Olatoye: Directora de la Autoridad Municipal de Vivienda Pública (NYCHA)

El año pasado, la ciudad creó una página web (NYC.gov/housingconnect) para agilizar el proceso de solicitud de vivienda asequible bajo subsidio. Éstas suele adjudicarse por un sistema de loterías que tiene en cuenta el nivel de ingresos del solicitante.

En la página se encuentra la lista de los proyectos inmobiliarios actualmente disponibles y los requisitos para postularse. Una vez rellenado y enviado el formulario de solicitud, el candidato debe esperar entre dos y diez meses para obtener respuesta.

Si la solicitud es aceptada, deberá pasar antes una entrevista personal y presentar documentación que justifique sus ingresos. No hay límite de presentaciones.

30%, una vivienda se considera asequible cuando sus residentes gastan menos de ese porcentaje de su ingreso en renta. La mitad de las familias neoyorquinas gastan más de un tercio con ese fin.

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