Opositores detienen infiltrado en protestas en Venezuela
Un grupo de opositores junto al dirigente de Voluntad Popular en Valencia, Edwin Gómez, detuvieron a una persona sospechosa de infiltrar las protestas.
Opositores neutralizan al presunto infiltrado durante las protestas, quien los habría amenazado con una pistola. Crédito: Daniel Lozano / Corresponsal
San Cristóbal, Venezuela – Edwin Gómez, dirigente en Valencia de Voluntad Popular (partido de Leopoldo López, el último preso político del chavismo) se convirtió hoy en tendencia de twitter. El también abogado y un grupo de opositores, que protestaban un día más contra la represión del gobierno, neutralizaron a un individuo sospechoso, quien les amenazó con una pistola.
“Guardia nacional bolivariano, infiltrado y vestido de civil, fue inmovilizado y desarmado por protestantes”, comunicó Gómez, junto a las fotografías del sargento Fernando Quezada, en la cuenta de su red social. “Se le respetaron sus derechos humanos y fue entregado a una comisión de la Guardia”, informó el héroe del día.
(Foto) Identificaciones del GNB infiltrado y desarmado por los protestantes en El Tijerazo, Valencia #DictaduraVE pic.twitter.com/d6G0wAeHt8
— Abog. Edwin Gómez C. (@EdwinGomezC) February 27, 2014
Estudiantes y oposición han denunciado la presencia de infiltrados desde el inicio de su rebelión ciudadana. También han documentado en vídeos las acciones vandálicas de policías y colectivos, achacadas luego a los que protestan. Pero esta es la primera vez que pillan con la manos en la marcha a un miembro del Ejército.
El movimiento estudiantil de Táchira tardó mucho más, casi cinco meses, en identificar al sapo (chivato), infiltrado entre sus filas. La Guardia Nacional parecía saber al detalle la estrategia que iban a seguir. Uno de los más lanzados era El Maracucho, siempre en primera fila.
Hasta que el joven cometió un error y uno de los dirigentes escuchó de su madre la prueba definitiva: “Mi hijo está en el cuartel”. Le atraparon, le golpearon duro y le entregaron a sus compañeros de armas. Nunca más han vuelto a verle.
