NYC se vestirá de flamenco desde hoy
Legendarias estrellas de este género como Estrella Morente y Eva Yerbabuena así como nuevos talentos se presentarán en distintos escenarios de la Gran Manzana
Eva Yerbabuena considera que el flamenco tiene algo muy mágico. Crédito: Suministrada
Una variedad de escenarios como City Center, Carnegie Hall, Lincoln Center y el Instituto Cervantes, entre otros, se convertirán en el hogar temporal de aquella combinación mágica que incluye el cante, toque, baile y palmas.
Entre las artistas más destacadas que visitarán la Gran Manzana se encuentra la reconocida cantante Estrella Morente, hija del legendario Enrique Morente, quien estará realizando un concierto en Carnegie Hall.
Por su parte, la inauguración del evento estará a cargo de la espectacular Eva Yerbabuena (esposa del guitarrista Paco Jarana), mientras que el guitarrista José Fernández Torres, más conocido como “Tomatito”, estremecerá el escenario de Lincoln Center.
Como antesala a lo que los neoyorquinos verán durante este mes, conversamos con los bailarines Jesús Carmona y Karime Amaya, considerados dos de las jóvenes promesas del género, y quienes participarán hoy y mañana en la gala de apertura del festival.
También logramos obtener la perspectiva de la experimentada Eva Yerbabuena, quien en esta ocasión trae dos espectáculos diferentes este fin de semana a New York City Center.
Karime: Es una gala formada por cuatro bailaores, cada uno tiene su propio estilo. Jesús y yo somos los jóvenes, luego está el veterano que es Antonio Canales, nuestro maestro, y luego Carlos Rodríguez, que tiene un estilo más contemporáneo. El objetivo de la gala pues es mostrar las cuatro vertientes.
-¿Tienen algún ritual antes de salir al escenario?
Jesús: A mí me gusta contemplar el camerino antes de salir al escenario, me gusta pisar el escenario, tocarlo con las manos, sentir un poco lo que ha pasado en ese escenario y coger la escenografía.
K: Yo me concentro, intento pensar lo que voy a hacer antes de salir. Yo soy creyente y me gusta rezar, pedirle a Dios que esté allí conmigo.
¿Hay algún objeto que nunca les puede faltar cuando están de tour?
K: Bueno, los zapatos (bromea)….siempre llevo una biblia, sobretodo porque soy muy nerviosa con el tema de los aviones, y no siempre te toca viajar con gente agradable.
J: Yo no creo en traer fotos, velas, inciensos, relicarios… esas cosas que los artistas antes llevaban, creo que todo eso lo llevamos mas interno, no hace falta tener un camerino lleno de cosas.
¿Les ha pasado algo embarazoso en el escenario?
J: Bueno, yo me he caído en el Teatro Real de España bailando, de pronto me pegué un guarrazo contra el suelo…en ese momento lo pasas mal, pero luego te ríes.
¿Por qué se considera al flamenco tan sensual?
J: Son movimientos rápidos que a lo mejor se pueden asemejar a situaciones personales…dejémoslo ahí (entre risas). Yo no sé, creo que nosotros tenemos nuestras parejas, pero siempre se tiene éxito en el campo personal por eso, por la sensibilidad o la masculinidad. Es como la salsa, también es muy caliente.
Y hablando de ritmos… ¿qué otros géneros les gustan?
K: A mí me encanta la salsa, no me considero una experta pero me muevo, y me gustaría en algún momento tomar clases.
J: A mí también me encanta la salsa, yo con mi chica me voy a mover el cuerpo.
¿Qué es lo más original que les ha dicho un admirador/a?
J: A mi hace poco me dijeron que tenía una sonrisa de un millón de dólares y yo les dije…¡pues dámelos!
Es la primera vez que vienen a NYC, ¿qué les gustaría conocer?
J: El Empire State, es un sueño desde que era un niño.
K: A mí también me hace ilusión la Estatua de la Libertad.
Son dos espectáculos totalmente diferentes, el del sábado se titula AY!, que es muy minimalista, muy íntimo, una reflexión mía muy personal a través del flamenco. Fue por un embarazo y cómo se ven las cosas desde otra barrera cuando tienes que parar.
Lluvia (domingo) es un espectáculo que habla del silencio, qué pasa cuando hay falta de comunicación. Habla mucho de la melancolía, son cosas muy cotidianas que estamos acostumbrados a ver todos.
-¿Cuáles son los objetos que nunca te pueden faltar cuando vas de tour?
Una foto de Fray Leopoldo, un santo de Granada, y otra del Hermano Manuel. Son dos fotitos pequeñas que siempre llevo conmigo y están en todos los camerinos, siempre me acompañan. Soy una persona creyente y cuando necesito ayuda siempre los tengo a ellos.
-¿Hay alguna presentación que hayas hecho que recuerdes en especial?
Cada teatro es algo especial, pero algo de lo que me acuerdo fue en Argentina. Yo solía hacer la soleá sin guitarra, y en pleno silencio recuerdo que escuchaba a una mujer gritar: ¡No te mueras nunca!, y a mi aquello me emocionó.
-¿Qué te atrae de NYC?
No hay una vez que haya pisado Nueva York sin acordarme de mi paisano Federico García Lorca cuando él decía que es la ciudad que nunca duerme. Creo que es un público muy especial, con mucha mezcolanza, lo cual enriquece.
-¿Cuál es el secreto del flamenco para ser tan magnético?
El flamenco tiene algo muy mágico, es muy directo. Son tres tipos de energía diferentes que son la música, el cante y el baile, y eso es muy fuerte.
-¿Cuál es el mejor cumplido que te han dado?
Soy tan tímida que cuando me dicen un halago, prefiero perder el oído (entre risas). No es que sea desagradecida, pero me aterra. Te puedo decir de corazón que el mejor halago que me pueden dar es que la gente me quiera, no como artista sino como persona.
-¿Qué significó la muerte del maestro Paco de Lucía para el mundo flamenco?
Paco fue lo más importante que hemos tenido, fue quien realmente empezó una forma diferente de manifestar, de sentir, de tocar. La evolución de la guitarra y a raíz de la guitarra el baile y el cante ha sido gracias a él…se nos ha ido el artista más importante para nosotros. El era como el Mozart del flamenco, y a veces lo triste es que se siente más afuera que en tu propio país.
