Pandillas del siglo 21 en NY se dinamizan en redes sociales

Aunque no estructuradas como los grupos tradicionales, sus miembros usan Facebook y Twitter para alardear de sus crímenes

Tradicionalmente, muchas pandillas utilizan el grafiti como medio de expresión.

Tradicionalmente, muchas pandillas utilizan el grafiti como medio de expresión. Crédito: EDLP / Mariela Lombard

NUEVA YORK — El panorama de las pandillas en Nueva York ha cambiado con la aparición de nuevas gangas que, en lugar de ser grupos estructurados y jerárquicos, son mayoritariamente grupos de jóvenes de distintas razas en donde no importa quién eres sino dónde vives.

Si bien las bandas “tradicionales” como Bloods, Crips, Latin Kings y Trinitarios siguen manteniéndose, realizando sus rituales de iniciación y sus miembros sin posibilidad de salirse de ellas, los nuevos grupos no tienen estructura.

“Las pandillas exclusivamente latinas siguen existiendo porque son comunidades muy cerradas pero tienen la misma dinámica: tu vives aquí y yo allí y ese es el principal problema para el grupo que puede vivir en el mismo edificio y estar formado por unos 20 jóvenes”, declaró Kevin O’Connor, comisionado adjunto para Asuntos Comunitarios del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD).

“El uso de medios sociales ha creado una nueva dinámica y ahora están en Twitter, Facebook, YouTube, Instagram. Esto nos ayuda a entenderlos más porque no pueden toser sin ponerlo en Twitter”, agregó O’Connor refiriéndose a que en las redes sociales se promocionan, alardean de sus crímenes y desafían a sus rivales proporcionando las pruebas que policía y fiscalía precisan contra ellos. Según el funcionario, NYPD tiene identificadas más de 300 de estas pandillas en Nueva York.

Según el informe del 2011 del Centro de Inteligencia de Gangas del FBI, a nivel nacional se estima que hay 1.4 millones de pandilleros contando los que están en la calle y en la cárcel, con unas 33,000 pandillas en todo el país. En Nueva York, además de las 300 “nuevas” pandillas identificadas por NYPD, el informe de la agencia federal indica que hay 29 grandes pandillas tradicionales operando en la ciudad, 10 de ellas latinas. En total estiman que, en NY, hay unos 22,000 pandilleros.

Los datos sobre las pandillas neoyorquinas están dispersos entre diferentes departamentos municipales y fechas. Estadísticas del Departamento de Salud e Higiene Mental del 2009-2011 indican que la muerte por arma de fuego es la principal causa entre los jóvenes de 15 a 24 años.

NYPD, en su informe del 2012, estimó que los jóvenes son responsables del 30% de los 1,000 tiroteos anuales. De los 419 asesinados, el 65% de ellos tenían entre los 16 y 37 años. De los asesinatos, el 57% fueron por armas de fuego y el 9% de ellos estuvieron relacionados con las pandillas.

Sin embargo, estas cifras son cuestionadas porque estados como Nueva York no tienen legislación de gangas y los policías no están obligados a reportar sus crímenes como delitos pandilleros cuando hacen su informe,a base de estas estadísticas.

“Cuando se dispara, lo reportan como tiroteo no como gangas. Esto es parte del problema”, denunció Andrew Grascia, presidente de la New York Gang Investigators Association (NYGIA).

Grascia señaló que es difícil seguir la trayectoria de los menores que comenten estos delitos en el sistema criminal porque sus datos están protegidos y no se les juzga como adultos. Esa es una de las razones por la que los pandilleros reclutan agresivamente a jóvenes de ocho a 16 años en calles y escuelas, deslumbrándoles con dinero y poder o por intimidación. Luego los utilizan para transportar drogas y armas para los miembros adultos e incluso para ser gatilleros.

“Este es un problema comunitario no solamente policial y necesitamos la ayuda de la comunidad”, señaló O’Connor.

Es por ello que la ATF (Bureau of Alcohol, Tobacco Firearms and Explosives) acude a las escuelas para concienciar a los estudiantes de tercero y cuarto grado (de ocho a nueve años), con su programa GREAT (Gang Resistance Education And Training), informó su portavoz Charles Mulham.

Lee también: Expandilleros de NY viven con el estigma

18 Street

Aryan Brotherhood

Bishops

Black Gangster Disciple

Black Panther

Bloods

Crips

El Grupo 27

Haitian Mafia

Hells Angels MC

Juggalos

Latin Kings

Mexicanemi

MS-13

Ñetas

Outlaws

Pagans MC

Paisa

Peoples Nation

Raza Unida

Skinheads

Sureños

Texas Syndicate
Thug Out Players
Trinitarios
Vagos
Vatos Locos
Warlocks MC
Wheels of Soul MC
(Fuente: FBI – 2011 National Gang Threat Assestment)

Programas educativos y preventivos se realizan por parte de todas las fuerzas del orden con el fin de ser proactivos en campañas que orienten a jóvenes, educadores, padres, guardianes y líderes comunitarios.

NYPD cuenta con Police Athletic League (PAL) realizando actividades extraescolares con los niños y adolescentes y las “Cumbres de Jóvenes”, donde informan al público sobre las pandillas.

El FBI tiene la “Take 25 Campaign” para animar a los padres a que hablen a sus hijos, durante 25 minutos, sobre su seguridad.

Las fiscalías de los cinco condados neoyorquinos han creado Gang Units para investigar y perseguir a estos grupos, pero también han creado programas alternativos a la cárcel para reinsertar a los pandilleros. Así, en Brooklyn, está Project Re-Direct con la condición de terminar la escuela o aprobar el GED, no afiliación a las gangas, conseguir un trabajo, hacer cursos de manejo de la ira, pruebas de drogas al azar, estricto toque de queda y llevar un GPS en el tobillo para monitoreo.

La NYC Mission Society ha creado el programa Harlem Snug (armas en inglés al revés) para reducir la violencia en las calles mediando entre las pandillas y dando alternativas y ayuda a los jóvenes los siete días a la semana.

“Tenemos de todo, desde gente que eran pistoleros a expandilleros, gente que conoce ‘las calles’. No se puede enviar a un ‘intelectual’ para ayudarlos porque no funciona”, afirmó Dedric “Beloved” Hammond, supervisor de los “outreach workers” que contactan en la calle a los jóvenes y divulgan el programa.

“Podemos tratar con ellos porque saben que hemos estado ahí donde ellos están”, destacó Tachana “Shai” Marcus, una de las trabajadoras.

Aunque no colaboran con la Policía, si lo hacen con el Harlem Hospital. Allí acuden cuando les avisan de un ingreso, bien sea por heridas de arma blanca o de fuego. “Intentamos mediar y evitar que la situación se vaya de las manos”, dijo Ashley Hawkins encargada de las visitas al hospital.

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