Trabajadores ‘sin papeles y sin miedo’

Salen de las sombras para marchar y pedir a Obama un alto a las deportaciones

Mario Hernández (der.), jornalero de Los Ángeles, junto a otros inmigrantes indocumentados que ayer salieron a marchar.

Mario Hernández (der.), jornalero de Los Ángeles, junto a otros inmigrantes indocumentados que ayer salieron a marchar. Crédito: <copyrite>La Opinión - </copyrite><person>Pilar Marrero< / person>

Reclamando su lugar en la discusión nacional sobre las deportaciones y la reforma migratoria, los propios afectados, los trabajadores indocumentados, entre ellos limpia carros, jornaleros y trabajadoras de salud en el hogar, que se decidieron ayer a “salir de las sombras”, pidieron al presidente Obama y al Congreso actuar y poner fin a la separación de familias.

Un grupo de unos cien activistas y trabajadores, así como representantes de iglesias y sindicatos marcharon en Los Ángeles en nombre de los indocumentados del país y hablaron con altavoces frente al centro de detención de inmigrantes del centro de Los Ángeles.

“Queremos que los que están aquí adentro sepan también que hablamos por ellos”, dijo Pablo Barrios, de St John´s Well Child and Family Center, uno de los organizadores.

José Morales llegó a Estados Unidos hace 23 años con su esposa y dos hijos y desde entonces ha vivido en Los Ángeles, donde ha hecho de todo: desde jornalero, hasta vendedor ambulante y artista de mosaicos. Morales recordó al presidente Obama que él también es padre de familia.

“Denos permisos de trabajo a toda la gente linda trabajadora que está en este país”, expresó Morales.

Emulando lo que desde hace algunos años vienen haciendo los jóvenes indocumentados, los llamados dreamers o soñadores, varios trabajadores indocumentados dijeron que estaban allí para “salir de la sombra”, declararse públicamente indocumentados y “sin miedo”.

Mario Hernández, un jornalero, señaló que la situación afecta a su familia y las familias de sus hijos. “No es justo, Obama prometió una reforma y no la da, nosotros los jornaleros ayudamos a la economía de este país”.

Una trabajadora de salud en el hogar (long term care), María Sibrián, expresó que cuando Obama era candidato fue a su sindicato a pedir apoyo y participó de un evento en donde “vio de cerca el trabajo que hacemos, no es justo que ahora no nos cumpla la promesa que nos hizo en ese momento”.

Neidi Domínguez, organizadora del Clean Carwash Campaign y antes dreamer, manifestó que el llamado de los trabajadores indocumentados viene a raíz de las reuniones de diversos grupos con el presidente Obama en días pasados en la Casa Blanca.

El “carwashero” Cesar Amador manifestó que si Obama no puede cumplir la promesa de una legalización, que “al menos dé un permiso de trabajo para que podamos trabajar en paz”.

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