Contraste de presupuestos
Un presupuesto federal suele ser una declaración de principios y prioridades para el país. Este año, en que el plan de gastos para 2014-15 ya fue básicamente acordado en el Congreso a fines de 2013, estas propuestas cobran aún más valor como filosofía partidaria a seguir, mostrando un gran contraste entre Demócratas y Republicanos.
La semana pasada el congresista Paul Ryan, quien preside el Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, dio a conocer un plan de gastos anunciado como “un camino hacia la prosperidad”. Esta senda diseñada por el ex candidato republicano a la vicepresidencia es una receta para reducir el déficit federal recortando la red de protección social y promoviendo un drástico recorte de impuestos para la tasa más alta de ingresos a privados y corporaciones. El ahorro de fondos, para equilibrar las cuentas, elimina la Ley de Seguro Asequible de Salud y sus subsidios a pesar de sus siete millones de registrados , desarma el sistema de Medicare para futuros beneficiarios, aumenta los gastos de defensa, recorta Medicaid y otros programas de salud, como los beneficios de cupones de comida y los subsidios Pell.
Unas semanas antes el presidente Barack Obama hizo lo suyo dando a conocer un plan de gastos que eleva los impuestos a los mas adinerados, da créditos impositivos a la clase media y de bajos ingresos. Además, reduce los gastos militares, invierte más fondos en educación preescolar y K-12.
El contraste entre ambos no puede ser más grande. Para Ryan la meta es reducir el déficit recortando el dinero federal que va a los más pobres y permitiendo que los más ricos se queden con mas dinero. Para Obama la meta es invertir en el capital humano, por ejemplo, invirtiendo en educación en vez de recortarla.
Los planes definen filosofías muy distintas, la frialdad de los números ofrece diferencias muy claras que no se borran con la retórica entre ambos partidos. Esto ayudará a los votantes a definir cuál de la propuestas ayuda mas a sus necesidades e intereses.
