Quieren al portero que confundió cadáver con maniquí

Vecinos del edificio donde se registró el incidente, en la ciudad de St. Petersburg, reclaman que al hombre se le restituya en su puesto

Miami – Residentes de un edificio de apartamentos en el suroeste de Florida, del que fue despedido el portero Ronald Benjamin por arrojar por error a un contenedor de basura el cadáver de una vecina de 96 años a la que confundió con un maniquí, pidieron su recontratación.

Cerca de 25 vecinos del edificio, ubicado en la ciudad de St. Petersburg, en la costa oeste del estado, han firmado una petición dirigida a la compañía Carteret Management Corp. en la que piden que Ronald Benjamin sea readmitido como portero.

Benjamin, de 61 años, explicó a la Policía que su extraña confusión obedeció a que los hechos sucedieron al día siguiente del 1 de abril, fecha en la que se celebra en el mundo anglosajón el equivalente al Día de los Inocentes latino (April Fool’s Day). Contó que vio en el suelo del estacionamiento del edificio lo que parecía un maniquí y pensó que se trataba de una “inocentada”, pero era el cadáver de la anciana Nancy Yates.

Una distribuidora de periódicos y su hijo ayudaron a Benjamin a tirar el supuesto muñeco a un contenedor de basura, donde posteriormente fue hallado por un empleado de mantenimiento que no cayó en la misma confusión y llamó a las autoridades, destacó el diario The St. Petersburg Tribune.

La empresa que opera el edificio para la tercera edad indicó al rotativo que Benjamin, que llevaba nueve años trabajando de portero, “no estaba ya con ellos”.

Posteriormente, se conoció que la Policía había encontrado una nota suicida en el apartamento de la anciana fallecida, que vivía en el piso 16, por lo que todo indica que se arrojó al vacío desde el balcón de su apartamento.

Las fuerzas de seguridad no han presentado cargos contra Benjamin, ya que estiman que el portero no llegó a darse cuenta de que el cuerpo humano era real.

Ahora, un grupo de residentes del edificio ha salido en su defensa y piden que se le devuelva el puesto.

“Fue trágico que Nancy se suicidara, pero no puedo hallar una razón por la que el portero tenga que ser castigado por cometer un fallo”, dijo una vecina al Tampa Bay Times.

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