Orientar y educar a los hispanos sobre sus derechos
Nacida en Brooklyn y criada en Staten Island, lleva 15 años trabajando en el bufete donde ha ocupado varios puestos hasta la dirección de mercadeo y relaciones con la comunidad. Ha dedicado media vida a trabajar por los hispanos, defendiendo e informándoles sobre sus derechos, independientemente de su estatus muigratorio. Como administradora legal experimentada, entrena a los abogados de la compañía.
Positiva y cargada de energía, Julie Moll se define como una mujer leal y tenaz, que nunca abandona.
“Cuando hay problemas, hay que tener fe, fuerza de voluntad y buscar la solución”, explica. Esa actitud, recuerda, la ha heredado de su padre. “Nunca podía decir, no se puede”.
Sus progenitores emigraron de Puerto Rico en los 60 y se instalaron en Brooklyn. Pronto se mudaron a Staten Island donde creció rodeada de una numerosa familia.
“Fuimos los primeros en tener una casa y nos juntábamos allí con mis primos y mis tíos porque tenía un gran patio”, recuerda.
También allí tuvo que luchar para salir adelante, graduarse y mejorar. Casada por 30 años y con tres hijos, su familia hoy es fundamental.
Moll lleva 25 años trabajando por ayudar a la comunidad hispana, unas veces promoviendo la educación como herramienta para empoderarla y otras orientando sobre los derechos ya sea a las víctimas de accidentes laborales o por malas prácticas médicas.
“He trabajado con varias organizaciones del condado defendiendo a los jornaleros, que es uno de los grupos más abusados”, resalta.
Para ello se procuró de un camión y empezó a visitar las áreas donde trabajan los hispanos. “Les llevo comida y durante el almuerzo, respondo a sus dudas y les informo donde tienen que ir o llamar para solucionar los problemas”, detalla.
En el bufete, Moll se encarga de seleccionar los casos y de entrenar a los abogados . Pero sobre todo, de ayudar. En este sentido, se siente muy honrada de haber sido elegida Mujer Destacada porque siente que su mayor logro es “haber podido ayudar a miles de personas a ejercer sus derechos”.
Moll es firme defensora de la cultura latina. “Estamos bendecidos con la diversidad y es importante que nuestro hijos no pierdan eso”, señala tras reparar como cada nueva generación se deja algo el camino. Así insiste en la necesidad de promoverla.
Con una agenda apretada entre semana, ella trata de lograr su balance los fines de semana, dedicando tiempo “a mi familia, a Dios y a mí misma”, y a compartir también con amigos su afición por la cocina. “Nos juntamos para compartir la comida y el apoyo que nos damos”, sostiene.