Los Nets muestran dos caras en una misma serie

Los Nets han ido de lo sublime a lo ruin en los primeros dos encuentros de primera ronda de playoffs que disputan ante los Raptors de Toronto.

Deron Williams y su concentración en el segundo juego de la serie frente a los Toronto Raptors.

Deron Williams y su concentración en el segundo juego de la serie frente a los Toronto Raptors. Crédito: Claus Andersen / Getty Images

Nueva York – Tras conseguir una victoria que parecía enviar un sólido mensaje, los muchachos de Jason Kidd cayeron la noche del martes, evidenciando carencias y debilidades que pueden costarles caro.

Paul Pierce en verdad que quedó a deber.

En vez de responder cuando la situación más apremiaba, ‘The Truth’ apenas anotó siete puntos en dos encestes de once que intentó, incluyendo seis triples errados.

El que más dolió de estos tiros de tres puntos fue uno que de haber caído le hubiera dado la vuelta al marcador. Pierce quedó abierto para lanzar el balón que rebotó en el aro y cayó en manos de Toronto con 30 segundos en el partido.

Ese último rebote no fue una simple estadística más. Toronto superó ampliamente a Brooklyn debajo de los tableros, descolgando 50 balones, 19 de ellos ofensivos, contra apenas 30 de los de Flatbush Avenue.

El baloncesto de baja estatura en el que basa su estrategia Kidd debe mejorar si es que quieren competir contra un equipo que es más alto y más consistente en la pintura, especialmente cuando el veterano Kevin Garnett está pagando la factura de los años y tiene una limitada participación.

Más preocupante aún para los Nets es la pobre contribución de sus jugadores de reserva. De nueva cuenta, la banca de Brooklyn entregó cualquier ventaja que los titulares edificaron y esta vez no hubo quién los salvara. Aunque Andrei Kirilenko jugó poco pudo hacer. Jorge Gutiérrez se quedó en la banca una vez más.

Ese es un dolor que no sienten los ‘Jurásicos’, que tuvieron en el venezolano Greivis Vázquez un sólido reemplazo al anotar 11 puntos, dar ocho asistencias en casi 25 minutos de acción. Pero el verdadero problema para los Nets despertó finalmente.

DeMar DeRozan, quien pasó desapercibido en el primer juego, anotó 17 de sus 30 puntos en el cuarto periodo, mismo en el que los Nets permitieron 36 tantos.

“Fuimos demasiado suaves”, concluyó Pierce ante los medios.

La serie continuará en el Barclays Center este viernes y domingo y Brooklyn deberá endurecer para que los visitantes no les den la vuelta.

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