Maduro denuncia ‘una enorme conspiración’ en su contra

Según Nicolás Maduro, EEUU y opositores quieren derrocarle

El ministro del Interior de Venezuela, Miguel Rodríguez Torres, denunciaba otro plan para desestabilizar el Gobierno de Maduro.

El ministro del Interior de Venezuela, Miguel Rodríguez Torres, denunciaba otro plan para desestabilizar el Gobierno de Maduro. Crédito: EFE

El Gobierno de Nicolás Maduro escribió ayer un nuevo episodio de la teoría conspirativa contra la revolución para explicar los casi tres meses de protestas en Venezuela: un “plan insurreccional” promovido desde el “Imperio” y puesto en marcha por miembros de la oposición y activistas de derechos humanos.

La coalición conspirativa buscaría dos fines últimos: “impedir la propagación continental del ideal bolivariano y apropiarse de la reserva petrolífera del país”, según el general y ministro Miguel Rodríguez Torres.

El entramado conspirativo apunta directamente a Estados Unidos e incluye a los ex presidentes latinoamericanos Álvaro Uribe y Vicente Fox; a los ex funcionarios estadounidenses Otto Reich y Roger Noriega; a los líderes opositores Leopoldo López, María Corina Machado, Antonio Ledezma y Salas Rohmer, entre otro. a los dirigentes estudiantiles Juan Requesens, Gaby Arellano y a los activistas Gustavo Tovar, Humberto Prado y otros muchos más hasta llegar a un centenar.

“Otra línea de ataque pasa por el tema del narcotráfico, donde señalan [el Departamento de Estado] de manera irresponsable a altos funcionarios del Gobierno”, añadió el ministro.

La ausencia de pruebas, la verborrea confusa del militar y varias acusaciones equivocadas provocaron la hilaridad de buena parte del país tras el anuncio del Gobierno. “Otra olla [manipulación] del ministro para seguir persiguiendo a quienes pensamos distinto. No van a silenciar el descontento de millones de venezolanos”, se defendió el alcalde David Smolanski, dirigente de Voluntad Popular, “un partido sedicioso”, según Rodríguez Torres.

Pese a las semanas que el Gobierno ha dedicado para reunir datos de la “conspiración”, el ministro no supo contestar cuál es el número de militares detenidos por el presunto intento de golpe de Estado (solo confirmó cuatro de los 30 indicados desde el Gobierno). También se vio en graves problemas para explicar la relación de un diplomático estadounidense, al que vinculó con las protestas de este año para posteriormente afirmar que había abandonado el país en 2011.

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