Decálogo para el éxito

La comunicación es fundamental para fomentar el liderazgo y la buena gestión

Lo primero es que tienes que conocer y comprender de qué se trata el negocio:

Lo primero es que tienes que conocer y comprender de qué se trata el negocio: Crédito: Morguefile

Visión empresarial

Desde tiempos bíblicos, los decálogos han mostrado ser herramientas útiles que nos permiten tener siempre en mente los principios fundamentales para guiar nuestras acciones.

Como empresario, encuentro los decálogos, o en general las listas de principios, de gran utilidad; sobre todo cuando los comparto con mis colaboradores. Pero atención: lo importante no es tener listas de principios o incluso valores, sino darles vida, a lo largo de toda la organización —sin importar el tamaño.

De hecho, para fomentar el liderazgo y la buena gestión, es básica la comunicación con todos los miembros de una empresa, para compartir nuestros puntos de vista con respecto a los negocios y para conocer las opiniones de la gente que está en las trincheras más remotas.

Hoy quiero compartir con los lectores de La Opinión una pieza fundamental de comunicación con mis ejecutivos a lo largo de los nueve países donde operamos; lo que llamo las Diez Reglas Fundamentales para Tener Éxito en los Negocios:

(1) Lo primero es que tienes que conocer y comprender de qué se trata el negocio: ¡Conócelo a detalle o no le entres!

(2) Nunca olvides que el propósito central de cualquier negocio es producir más y mejores productos o servicios… siempre al menor costo posible, logrando así la preferencia del cliente. La preferencia se manifiesta como ventas crecientes, cualquier otro indicador es mera ilusión óptica.

(3) Es esencial vivir y respirar un ambiente de economía extrema: los recursos nunca sobran.

(4) No dejes pasar buenas oportunidades de crecimiento; pero ten mucho cuidado con la trampa de la sobreexpansión, en especial evita soñar con nuevos negocios cuando no tienes al personal capaz de ejecutarlos.

(5) Como empresario o ejecutivo, la responsabilidad del negocio es tuya, no de tus subordinados. Cuando delegas autoridad y responsabilidad, debes mantener una cercana y constante supervisión.

(6) Siempre debes estar alerta sobre cómo mejorar los procesos, ahorrar costos, subir ventas y bajar gastos.

(7) Debes estar dispuesto a tomar riesgos, siempre que el riesgo sea justificado y el negocio, o la iniciativa propuesta, presente una probabilidad razonable de ser rentable.

(8) Un empresario siempre busca nuevos horizontes y mercados desatendidos en territorios en expansión.

(9) Siempre debes respaldar tus productos y servicios con una muy amplia garantía de satisfacción para el cliente y en caso de duda, decide siempre a favor del cliente.

(10) Si tienes éxito y te vuelves muy rico, considera que la riqueza es para trabajarla y ponerla al servicio de la gente. Recuerda tus responsabilidades para con tus empleados, socios, accionistas y el público.

Si ejecutamos este decálogo reduciremos las posibilidades de fracaso en los negocios (aunque sospecho que la mayor parte de estos principios nos servirán también para la vida cotidiana), espero que a los lectores de La Opinión, este decálogo empresarial les resulte de utilidad, tengan o no actividades empresariales.

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