Nuevo jefe latino en Santa Ana

Dos hispanos comandan destacadas ciudades en el condado de Orange

En cinco meses, dos latinos se convirtieron en jefes policiacos en las ciudades más importantes del condado de Orange, Anaheim y Santa Ana, donde la población hispana crece así como la espuma.

“Es histórico en el condado de Orange”, celebra Carlos Rojas, quien el pasado 6 de mayo juramentó como jefe de la Policía de Santa Ana (SAPD), y quien comparte etnia con el 78% de sus habitantes. “Por eso es importante tener una Policía que realmente refleje la comunidad”, resalta.

En enero pasado, Raúl Quezada asumió el mando de la Policía de Anaheim, donde el 53% de los residentes son de origen latino, pero jamás habían tenido un jefe de su mismo grupo.

Tradicionalmente, la seguridad pública del condado de Orange había estado a cargo de hombres blancos.

Pero tal responsabilidad no fue un obsequio por la nueva composición demográfica, subraya Rojas, en una entrevista con La Opinión. “Es importante decir que nosotros ascendimos a este puesto por las calificaciones y las cosas que hemos hecho en nuestras carreras como policías”, resalta.

Rojas, en efecto, escaló peldaño a peldaño en la corporación, a la cual ingresó en enero de 1990, una época distinta a la actual. “Había muchos homicidios, mucha violencia, mucha drogadicción”, cuenta.

El jefe policiaco se refiere a los 80 asesinatos que se registraban por año en la década de 1990. El año pasado, en contraste, hubo 13 homicidios. “Todavía falta mucho por lograr pero estamos trabajando”, dice.

Con más de 300 mil habitantes y un territorio de solo 27 millas cuadradas, Santa Ana aún es un lugar complicado. Según cifras oficiales, ahí viven cinco mil pandilleros, quienes integran 90 bandas. Este es su principal reto, comenta Rojas.

“Tenemos que prevenir que los jóvenes se metan a las pandillas”, dice.

Quezada, por su parte, ingresó a la Policía de Los Ángeles (LAPD) en 1993, pero tres años después se pasó a la de Anaheim, donde ocupó distintos cargos. Él comentó en enero que no solo hablar español lo une a los inmigrantes que viven en Anaheim, sino comprender sus problemas.

“Entendemos que si a una persona le decomisan el coche, no puede ir a trabajar”, dijo entonces sobre su iniciativa, aún en el tintero, de parar los decomisos de coches a los inmigrantes sin licencia.

Santa Ana ya aplica esta política. “Yo le diría a otros jefes de Policía que escuchen a su comunidad”, dijo Rojas, quien indica que antes incautaban hasta 400 coches al mes. “Ahora no quitamos ninguno”.

Anthony Chapa, director ejecutivo de la Asociación Hispanoamericana de Oficiales de Comando, aplaude los ascensos en el condado de Orange. “Quezada y Rojas destacan como modelos positivos para nuestros miembros y para los agentes hispanos en el país.

Rojas dice que su logro es resultado del esfuerzo de sus padres, un colombiano que trabajó muchos años como pintor y una mexicana que se dedicó al hogar. Siendo adolescente, él acompañó a su padre a pintar y supo de su sacrificio. “Veía a mi papá trabajar muy duro, por muy poco dinero”, dice.

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