Propiedad prohibitiva para la clase media

Comprar una vivienda es algo casi imposible para los trabajadores de Nueva York

En el popular barrio de  Brooklyn solo el 12% de las casas son asequibles.

En el popular barrio de Brooklyn solo el 12% de las casas son asequibles. Crédito: archivo

Nueva York — ¿Pertenece usted a la clase media y no le salen las cuentas para comprar una casa? Eso es porque usted vive en Los Ángeles o en Nueva York, dos de las 10 ciudades de EE. UU. donde para personas que trabajan en oficinas, maestros, enfermeros o empleados de bufetes, es menos asequible hacerse con una propiedad.

Así lo revela un completo estudio de la inmobiliaria y consultora Trulia que explica que aunque los precios de las casas se han recuperado tras la crisis y han subido las tasas hipotecarias (comparado con el año pasado), ambos factores aún permiten que la clase media pueda comprar una vivienda en la mayor parte del país.

La mayoría de los economistas, y entre ellos Jed Kolko que es quien ha elaborado el informe, consideran que una vivienda es asequible siempre y cuando el pago total mensual de hipoteca, seguros e impuestos no sea superior al 30% de los ingresos promedios de los residentes en el área.

Calculando estos ingresos, que son distintos en cada ciudad, y la oferta de bienes raíces, Kolko calcula, por ejemplo, que el 81% de las casas de unos 1,400 pies cuadrados de Columbus son asequibles para la clase media de esta ciudad de Ohio. Algo similar pasa en Gary (Indiana) o Rochester (Nueva York).

Este porcentaje se reduce mucho cuando el cálculo se hace en San Francisco, Los Ángeles, el Condado de Orange, Nueva York y San Diego, las ciudades en su conjunto más cerradas a la clase media que desea comprar. En San Francisco, solo el 14% de las propiedades (y significativamente menores, 1,050 pies cuadrados) están al alcance de estas familias. En Los Ángeles el 23% y en Nueva York el 25%.

Eso si, dentro de estas ciudades hay barrios donde no merece la pena ni perder el tiempo mirando. Por ejemplo en Manhattan, solo el 2.3% de las casas son asequibles y en Brooklyn, el barrio que más ha crecido en la ciudad, solo el 12%. Según un estudio de la editora HHS y la Asociación Nacional de Agentes de Bienes Raíces el salario mínimo anual antes de impuestos para comprar en Nueva York con una hipoteca a 30 años debe ser de $89,788.

En Los Ángeles, el barrio de Pasadena solo el 13% de las casas pueden ser adquiridas por la clase media. En Central L.A. crecen las posibilidades porque hay un 25%. El salario mínimo bruto para pensar en comprar cómodamente en esta ciudad es de $86,000 anuales.

Es una cuestión de oferta y demanda. Las grandes ciudades de las costas del país atraen a mucha gente por su dinamismo económico (San Francisco vive ahora una explosión tecnológica) y en la mayoría de ellas hay limitaciones de espacio para construir por motivos geográficos (montañas o mar) o regulaciones. El caso más significativo es la isla de Manhattan.

“Las políticas de construcción de nueva vivienda son complejas”, explica Kolko que enumera problemas de cambio del carácter de una ciudad, congestiones de tráfico, gentrificación…. Además, “otro nombre para costes de vivienda es valor de la propiedad, y hay quienes no quieren que mas oferta devalúe sus inversiones”.

Kolko cree que los mercados poco accesibles se mantendrán así y a pesar e los esfuerzos que, por ejemplo, se están haciendo en Nueva York para incrementar la oferta “va a tomar muchos años de construcción y a niveles más elevados que en otros tiempos en la historia para hacer que estas áreas estén al alcance de la clase media”.

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