Vive Colombia “guerra sucia” por el poder entre las derechas

Las derechas, representadas por sus dos máximos líderes, el presidente Juan Manuel Santos y el exmandatario Álvaro Uribe en "guerra" rumbo a las elecciones presidenciales

El próximo 15 de mayo los colombianos tendrán elecciones presidenciales.

El próximo 15 de mayo los colombianos tendrán elecciones presidenciales. Crédito: EFE

Bogotá.- La actual campaña electoral por la Presidencia de Colombia tiene enfrentadas en medio de una “guerra sucia” a las derechas representadas en sus dos máximos líderes, el presidente Juan Manuel Santos y el exmandatario Álvaro Uribe.

La historia electoral colombiana de los últimos 50 años no tiene registros de una guerra sucia tan frontal como la que se vive en la campaña política por la Presidencia para 2014-2018 y mucho menos entre dos líderes de la talla de Santos y Uribe.

Existen acusaciones de dinero de narcotraficantes en 2010 en la campaña de Santos por la presidencia, por parte de Uribe, pero a cinco días de los comicios el exgobernante no ha entregado ninguna prueba.

Uribe, ante la imposibilidad legal de buscar un tercer mandato, impulsa a su exministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga, quien es el aspirante por el movimiento Centro Democrático, cuyo jefe supremo es el expresidente y ahora senador electo en los comicios de marzo pasado.

Por el lado del “cuartel” de Santos se acusa a Uribe de “mentiroso” y de impulsar una campaña en la que trabajaba un ciberpirata que realiza espionaje para sabotear los diálogos de paz con las guerrillas de las FARC en La Habana, una actitud que está en la línea de la delincuencia.

La acusación de dinero del narcotráfico en la campaña de Santos en 2010 y el descubrimiento del centro de inteligencia ilegal que involucra a la campaña del Centro Democrático de Uribe, tienen atónitos a los electores, medios de comunicación y analistas políticos.

Incluso hasta los otros tres candidatos presidenciales que buscan por los diferentes medios separarse de la contienda entre Santos y Uribe, quien fue electo presidente en 2002 y reelecto en 2006.

El analista y doctor en Ciencia Política de la Universidad de París, Fernando Giraldo, sostuvo a Notimex que “Colombia vive una confrontación con una derecha democrática que lidera Santos y una derecha profundamente antidemocrática que lidera Uribe”.

Los dos momentos históricos de la confrontación entre las élites políticas en Colombia, según Giraldo, hay que ubicarlas en 1948 con el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán, que dio origen a la actual violencia que vive este país andino.

Esta primera ruptura entre liberales y conservadoras llevó a instalar en el poder a una junta Militar en cabeza del general Gustavo Rojas Pinilla, “un gobierno militar consentido y acordado por las propias élites de la época”.

El segundo momento, fue en la campaña electoral de 1994, cuando Ernesto Samper ganó las elecciones con acusaciones en el sentido que su campaña fue financiada por los cárteles de la droga de Cali, una confrontación que lideró en su momento el conservador Andrés Pastrana, quien luego gobernó entre 1998-2002.

La tercera ruptura, quizás la más peligrosa, se empezó a gestar en agosto de 2010, cuando Santos llegó al poder de la mano y el aval de Uribe, pero que desde el primer minuto de su juramento marcó diferencia de su mentor a quien dejó por fuera del poder.

Pero es cuatro años más tarde que Uribe sale con su propio movimiento Centro Democrático y candidato presidencial a dar la batalla para recuperar el poder y consolidar su modelo “autoritario”, como lo califica Giraldo.

“Uribe representa la parte más atrasada de la sociedad colombiana, expresada, en la parte más antidemocrática del mundo rural, pero la parte más atrasada del mundo rural, de los sectores que consideran que las cosas hay que lograrlas como sea”, señaló.

Para la extrema derecha representada en el exmandatario, “todo es válido y si hay que asumir costos frente a la democracia y los derechos humanos, él no tiene problema con eso, pero es porque tiene tendencia autoritaria”.

Giraldo alertó que Colombia está en peligro de caer en un desajuste institucional y en una situación de crisis, como la de Venezuela, pero desde la extrema derecha.

“El futuro de Colombia va depender de las élites y cómo quieran saldar esta confrontación. Si la mantienen así, el país va a una deriva que puede traer consecuencias incalculables, que nadie puede predecir. Pero que me atrevo a decir que nos acercamos a una profunda crisis de representación política”, puntualizó.

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