No siempre hay mejor trato a niños migrantes solos pese a leyes que los protegen (fotos)

Pero representación legal es muy limitada y no se da abasto, especialmente con aumento en migración

El reencuentro de Leticia y su hijo Ian tras 9 años de separación.

El reencuentro de Leticia y su hijo Ian tras 9 años de separación. Crédito: Suministrada

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Mientras su mamá Leticia lo esperaba en Minessota, Ian, de 17 años de edad, pasó un verdadero calvario de más de dos meses para, finalmente, cruzar el río –y la frontera- en el sur de Texas y ser inmediatamente arrestado por la Patrulla Fronteriza.

“Allí es cuando comenzó a irle mejor”, dijo Leticia. “Después de todo lo que pasó al menos allí lo trataron bien y lo mandaron a un refugio donde le dieron buena comida, atención médica y escuela y luego me contactaron a mí para reunirnos”.

El sistema que procesa a menores de edad que viajan solos, una ocurrencia cada vez más común ?de 6,500 en 2011 a más de 60,000 proyectados para este año- está diseñado para ofrecer un trato y condiciones mejores a los menores que la que normalmente recibe cualquier otro migrante atrapado por las autoridades.

En el caso de Leticia, el sistema funcionó como debía. Como Leticia no tiene documentos, prefirió nombrar a un amigo de la familia, Bob Quasius, como patrocinador que se ocupara de recibir a Ian y coordinar su viaje a Minnessota. Finalmente se dio el feliz reencuentro entre madre e hijo, que se vieron por última vez hace 9 años en su Honduras natal.

Una foto tomada con un teléfono en el aeropuerto muestra a una Leticia feliz, abrazando a su hijo, que ahora le lleva medio cuerpo de altura. No obstante la reunión, Ian sigue con un caso de deportación abierto y pocas posibilidades de quedarse.

“No alegó abuso, ni escapar de la violencia. Dijo que venía a buscar oportunidades y reunirse con su familia”, afirmó Leti. “Los abogados me han dicho que eso no es suficiente”.

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Si el menor de edad hubiera sido mexicano (o canadiense, cosa poco común), las autoridades hubieran iniciado un proceso de deportación voluntaria, tras informarle de ciertos derechos. O al menos eso es lo que manda la ley.

Pero al ser de un país no contiguo, se activa todo un sistema que obliga a trasladar al joven a manos de la Oficina de Refugiados y Reasentamiento (ORR) y a liberarlo tan pronto se encuentra a familiares o patrocinadores adecuados a quienes entregarlo.

“Bajo la ley, un menor de edad sin documentos que sea arrestado por las autoridades fronterizas viajando solo deben ser trasladado antes de 72 horas a ORR. Allí deben darle un lugar seguro donde vivir, escuela, tratamiento médico y un nivel de asesoría legal o información. También tienen contacto con trabajadores sociales”, indicó Caitlin Sanderson, directora de programas de Esperanza Rights Project, en Los Angeles.

Esperanza es la organización de asistencia legal designada oficialmente por ORR para ofrecer información legal y, en algunos casos, representación, a estos menores de edad en el área de Los Ángeles, para dos refugios existentes en la zona. En cada área del país hay organizaciones encargadas de esta tarea bajo contrato con ORR.

Pero a pesar de esto, la representación que reciben estos menores es muy limitada.

“Esta es la población migrante que tiene menos representación cuando llega a sus procesos migratorios”, dijo Sanderson. “Es un gran problema cuando estos niños llegan a corte sin abogado o con un notario o abogado inescrupuloso”.

El servicio que financia ORR alcanza apenas para ofrecer charlas informativas para que los menores conozcan sus derechos básicos, referirlos a oficinas legales en las áreas en las que van a ser liberados sea con familiares o con un hogar temporal y poco más. Apenas ahora existe un programa piloto que empieza a alcanzar para dar representación completa a algunos menores.

Y justo ahora, explota la cantidad de menores solos que está llegando.

Hasta 70,000 niños podrían cruzar la frontera tan sólo este año, dicen las autoridades..

Foto: Archivo/La Opinión

El proyecto de ley de reforma migratoria aprobado en el Senado contenía una cláusula que establecía un programa de asistencia legal en el Departamento de Justicia para estos jóvenes. Ningún procesado por inmigración tiene derecho a representación legal para indigentes como ocurre en el sistema penal.

“ORR tiene un trabajo muy difícil en estos momentos”, señala la abogada. “Aún estamos tratando de determinar como servir mejor a esta población”.

  • 80% son entregados a ORR y van a un refugio especial
  • Promedio de estadía en refugio: 61 dias
  • 65% termina reunido con un familiar o patrocinador
  • 40% es elegible a algún tipo de ajuste migratorio
  • Escapan violencia, amenazas o pobreza
  • Mexicanos tienden a ser repatriados a menos que expresen temor de regresar a su país
  • Pocos tienen asistencia legal.

(Estudio del Vera Institute for Justice)

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