El espíritu de la verdad

En el día del pentecostés, que celebramos el domingo que viene en las iglesias a todo lo largo del continente, el espíritu de la verdad descendió a los discípulos.

Andaban desanimados. Temían y se escondían después de la crucifixión de Jesucristo. Pero el espíritu de la verdad les dio la valentía de salir a proclamarle la verdad a la gente, de que los romanos habían crucificado a un hombre inocente, que era también el hijo de Dios, y que su propia gente había actuado como un escudo para el gobernador romano e inclusive le habían pedido que crucificara a Jesucristo.

El Presidente Obama ha postergado su fecha límite para tomar acción ejecutiva, para “darles a los republicanos otra oportunidad de aprobar una reforma migratoria”. Pero si demora otros 3 meses, serán deportadas y separadas de sus familias otras 100,000 personas, muchos de ellos padres de familia.

Pronto viene el día de los padres. El presidente está dispuesto a declarar que 100,000 padres y otros sean criminales y crucificarlos para que los republicanos no lo critiquen. Efectivamente está diciendo que todos esos padres y sus familias no le importan nada, que tampoco importa la verdad sobre quienes son.

En la temporada de la crucifixión de Jesucristo, los líderes del pueblo se dirigieron al gobernador romano para exigirle que lo crucificara. El gobernador les obligó a pedirle esto en público varias veces. De modo que la semana pasada el presidente obligó a algunos de nuestros líderes a pararse delante de él para pedir que se demore la acción ejecutiva, que deporte a más gente. Esto me dio vergüenza. Lloré por ellos. El presidente hizo esto para desanimarnos, para echar toda la culpa por los 2 millones de deportados a los republicanos, para desmoralizarnos, callarnos e intimidarnos.

¡Lo que necesitamos es el espíritu de la verdad del día de Pentecostés! En el día de los padres vamos con una madre y su hijita para pedir que el gobierno permite que su esposo, un padre, regrese para estar con ellas.

Necesitamos el espíritu de la verdad para mostrar al mundo entero que él es un padre bueno, y no un delincuente.

El presidente dispone del poder para dar “DACA (Acción Diferida para proteger a los Dreamers de la Deportación) para todos”, es decir, otorgar los mismos aplazamientos que ha dado a los soñadores también a sus padres y madres y a los padres y las madres de 5 millones de niños que son ciudadanos de los Estados Unidos. Ha postergado esa acción. Una vez más ha incumplido su promesa. En el espíritu de la verdad, ¡Que los padres en toda la nación se levanten y digan “Queremos ser padres buenos. Somos de la creación de Dios. Hay que reconocernos como lo hace Dios”

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elvira arellano
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