¿En qué bebes tu café? Recicla el foam

El poliestireno expandido, mejor conocido como unicel, foam, isopor o telgopor, está por todos lados. Vasos, platos, decoración, empaque y hasta relleno de construcción, este material es muy versátil y también sumamente contaminante. Es de esos materiales que sobrevivirán a una guerra nuclear, pues no hay manera de que el medio ambiente lo transforme, como ocurre con los materiales biodegradables.

Hoy, Día Mundial del Medio Ambiente, piensa que cada vez que bebes un café en un vaso térmico y lo tiras a la basura, en realidad no sabes a dónde irá, pero a donde sea que vaya tardará unos mil años en desintegrarse (¡ugh!) Algunos estudios señalan incluso que al entrar en contacto con el calor (el café caliente, el brownie recién hecho) libera dioxinas, unas moléculas tóxicas que se dice podrían causar cáncer.

La mejor opción es dejar de usar unicel a la voz de ya, pero si recientemente desempacaste la pantalla de 50 pulgadas en la que verás el Mundial de Brasil y simplemente tiraste el foam del empaque, te propongo que lo saques del bote de la basura y hagas algo útil con él. ¿Por qué? Te ahorrarás unos dólares, ayudarás al planeta y en últimas te divertirás un rato.

Warning: ten cuidado con el manejo de los materiales químicos, no queremos que tu intento de decoración termine en desastre.

En un recipiente de vidrio con acetona -plain old nail polish remover- pon pedazos de unicel. La acetona los deshace. Poco a poco la mezcla será más espesa y se tornará blanca. Cuando esté lo suficientemente espesa, amásala. Podrás entonces darle la forma que quieras: flores, animales, figuritas. Deja que se seque y píntala. Puede ser un buen detalle para decorar tarjetas, cuadros, trabajos escolares, etcétera.

Mezcla el foam en gasolina blanca. Cuando se deshaga por completo te quedará un líquido transparente que puedes aplicar con una brocha como barniz. También puede servirte para pegar papel o cartón.