Derrotar a Cantor fue ‘un milagro de Dios’

David Brat, un desconocido profesor, disputará el escaño en noviembre a colega demócrata de misma universidad

David Brat trabaja como profesor de economía en el colegio universitario Randolph-Macon, en Virginia.

David Brat trabaja como profesor de economía en el colegio universitario Randolph-Macon, en Virginia. Crédito: Imagen tomada de un video de ABC

WASHINGTON, D.C.— David Brat, profesor de un pequeño colegio universitario en las afueras de Richmond (Virginia) que derrotó de forma inesperada al líder de la mayoría republicana de la Cámara de Representantes, Eric Cantor, atribuyó su victoria a un “milagro de Dios” y a sus posturas ultraconservadoras.

Novato en círculos políticos en Virginia pero favorito del movimiento conservador “Tea Party”, Brat desbancó en la primaria de anoche por 11 puntos porcentuales a Cantor, elegido a la Cámara Baja en 2000. Esa impensable derrota desató una tormenta política dentro del partido.

Simultáneamente a esa derrota, la cobertura mediática se centra también en Brat, profesor de economía en el colegio universitario Randolph-Macon, ubicado en Ashland, en el distrito 7 del sur profundo de Virginia, un bastión republicano.

“Esto es un milagro de Dios”, dijo Brat, al celebrar su victoria, aunque no adelantó detalles de su agenda política.

Brat encarna, según analistas, los valores que ensalzan los conservadores de la derecha republicana: es un católico devoto, cree en el libre mercado para crear riqueza, al estilo de Ronald Reagan, y se opone a una reforma migratoria por considerarla una “amnistía” para quienes violan las leyes migratorias.

Doctorado en Economía de la American University, Brat disputará el escaño de Cantor en los comicios del próximo 4 de noviembre al demócrata Jack Trammel, profesor de sociología en el mismo recinto universitario.

Oriundo de Michigan, Brat se trasladó en 1996 a Henrico (Virginia), donde vive con su esposa Laura, su hijo Jonathan, de 15 años, y su hija Sophia, de 11.

Aunque Cantor lo aventajó en fondos electorales y en personal de campaña, Brat contó con una ponderosa arma publicitaria en la figura de Laura Ingraham, activista y conductora de un popular programa de radio ultraconservador.

Ingraham elevó el perfil de Brat a través de una intensa campaña publicitaria que incluyó entrevistas, folletos por correo, y presentaciones personales a su favor.

El propio Cantor enumeró los errores que pudieron costarle la reelección, incluso su apoyo inicial al “Dream Act” para legalizar a los estudiantes indocumentados, y el no impulsar más recortes fiscales a populares programas como los almuerzos escolares.

“¿Debí haberme callado sobre tratar a los hijos de inmigrantes como seres humanos? Hombre, desearía retirar lo dicho”, dijo Cantor anoche, flanqueado por su esposa y simpatizantes.

Aunque los líderes demócratas del Congreso insisten en que la reforma migratoria no está muerta y la derrota de Cantor no tendrá un impacto, el consenso de los analistas es que los ultraconservadores del Partido Republicano están envalentonados y se opondrán a cualquier esfuerzo reformista.

Cantor anunció hoy que dejará el cargo el próximo 31 de julio, aunque completará lo que resta de su término hasta finales de año. Los republicanos eligirán a su reemplazo la próxima semana, y ya hay varios nombres en la lista corta, incluyendo al legislador californiano Kevin McCarthy.

El diagnóstico de observadores es que Cantor se confió del espaldarazo que consiguió del “establecimiento” de su partido y aunque gastó más que su rival, sobre el terreno no supo cimentar el apoyo de su base conservadora.

Tampoco le ayudó el aumento del 37% en la participación electoral de los republicanos, respecto a 2012. De los poco más de 65 mil votos emitidos anoche, Cantor recibió unos 28,631, en comparación con los más de 37 mil que consiguió en 2012.

En declaraciones a La Opinión, Héctor Barreto, presidente de la conservadora Coalición Latina y amigo de Cantor, afirmó que el “estatus quo es inaceptable” e insistió en que Cantor “siempre ha apoyado una estrategia de sentido común” para arreglar el sistema migratorio.

Barreto coincidió con otros republicanos moderados de que “el Partido Republicano debe entender que tenemos una oportunidad histórica de aprobar una reforma que fortalezca el potencial excepcional” de EEUU.

Los votantes del distrito 7 en Virginia, sin embargo, mandaron un mensaje distinto al votar por Brat.

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