Consejos para avivar el deseo sexual

Cuando el deseo sexual desaparece, probablemente haya problemas de fondo que necesitan atención

“Me duele la cabeza- Estoy agotada-Los chicos pueden oírnos”, son algunas de las razones que dan aquellos que quieren evitar la intimidad física con su pareja.

Un encuentro sexual satisfactorio depende de muchos factores, que van desde la atracción física y la autoestima, hasta los problemas emocionales o el estrés del trabajo, que se filtra entre las sábanas.

Al mismo tiempo, la falta de compatibilidad sexual crea una tensión adicional en la pareja, originando un círculo vicioso, que empeora la situación.

La persona que necesita mayor intimidad, es como alguien que no ha comido por mucho tiempo y sólo puede pensar en comer. El hambre se transforma en obsesión y el pretendiente se convierte en un ser molesto, que lo único que piensa es en sexo.

Su insistencia, lejos de ayudar, termina ahuyentando aún más cualquier intención amorosa que su pareja pueda tener.

Melissa LaRicca, del sitio AskMen.com, habla de algunas de las razones por las cuales tu pareja puede estar evitándote.

Ya no le atraes.

La respuesta más simple y obvia, muchas veces es la acertada. Es duro admitir que perdimos nuestro encanto, pero es mejor que seguir insistiendo.

Le aburres.

Quizás sea hora de probar una nueva posición, o planear unas vacaciones románticas. No puedes culpar a tu pareja, si tus técnicas amorosas la hacen bostezar.

Simplemente, no le gusta.

Quizás tu pareja haya vivido situaciones dramáticas que no le permitan disfrutar el sexo. Trata de apoyarla para que pueda superar su trauma. Si la incompatibilidad sexual afecta tu relación, quizás debas buscar a alguien con gustos más similares.

Se siente fea o deprimida.

Si tu pareja es una de las millones de mujeres obse sionadas con su peso, lo más probable es que unas libritas de más la hagan sentirse poco deseable. El estado emocional siempre influye en eldeseo sexual.

La industria del entretenimiento y los medios son responsables de muchos mitos y fantasías alrededor del acto sexual. Algunos se ven bien en tv, pero no en la realidad.

Sexo en el auto.

Nadie puede negar que un “quickie” en el estacionamiento puede llegar a ser emocionante, pero a menos que manejes una van o un Hummer, pocas cosas son tan incómodas como andar esquivando el volante o la palanca de cambios, mientras te aseguras por el espejito retrovisor de que no se acerca nadie.

Sexo en la playa.

Si alguna vez has hecho el amor frente al océano, sabes bien a qué me refiero. La arena y el mar son aún más incómodas que los asientos de un auto. En términos generales, puedes estar segura de que el agua nunca es tan romántica como se ve en la pantalla grande. El jacuzzi puede parecer divertido, pero nunca se sabe con exactitud qué es lo que flota y vive en sus aguas. Y ni que hablar de la ducha del baño. Lo más probable es que tu pareja se acapare todo el agua y tú quedes a un lado, muriéndote de frío, mientras haces malabarismos para no resbalarte, o tratas de enjuagarte el shampoo que te entró a los ojos.

Posiciones originales y complicadas.

Hacer el amor siempre igual es monótono y aburrido. Pero si tu compañera o compañero necesita hacerte un mapa para que entiendas cómo acomodarte, si las piernas se te acalambran y el peso de tu pareja te corta la circulación, probablemente sea mejor volver a las posiciones tradicionales.

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