Papá está a cargo en casa… y es divertido

En las últimas décadas, las mujeres hemos demostrado que podemos hacer los mismos trabajos que los hombres, y en ciertos casos, aún mejor.

Pero ellos tampoco se quedan atrás. En la actualidad, millones de hombres deciden quedarse en casa para cuidar a sus hijos y hacen un excelente trabajo.

Mucho se ha escrito sobre “Mr. Mom”, elogiando a aquellos que se animan con las tareas que, en silencio y anómimamente, las mujeres hacemos hace siglos.

Cuidar a los niños no es tan simple como parece. Lleva tiempo tomarle el ritmo a un trabajo de 24 horas al día, siete días por semana, que no sabe de feriados, vacaciones ni días de enfermedad.

Como una atención a los padres en su día, confeccionamos una lista de consejos para los que recién se han pasado a las filas del trabajo doméstico.

Cada caso es particular y no todos los hombres son iguales. Pero basándonos en generalidades, anécdotas propias y prestadas, y estereotipos que la historia ha probado ciertos, creemos que esta lista les será muy útil.

Antes de interiorizarte con los detalles, determina si realmente te identificas con un Stay at Home Dad (SAHD).

Howard Ludwig es un escritor especializado en negocios, que decidió quedarse en casa para cuidar a su bebé, y comparte sus experiencias en The Father’s Life (http://thefatherlife.com), un sitio dedicado a padres.

Para el escritor, de manera jocosa, eres un SAHD si:

• Pocas veces llevas más de $7 en tu billetera.
• Una vez por semana, alguien te dice que querría tener tu trabajo.
• Todos en la tienda conocen los nombres de tus hijos.
• Conoces los nombres de todas las madres de la escuela.
• Te preguntas constantemente por qué los baños para hombres no tienen cambiadores de pañales.
• Has calculado el costo individual de cada pañal.
• Las princesas de Disney comienzan a parecerte atractivas.

Si quieres evitar malos entendidos y problemas potenciales, debes familiarizarte con el “lingo” doméstico.

• Cuando la madre menciona comidas sanas y balanceadas, no se refiere a ordenar pizza, o preparar la cajita de maccaroni con queso que quedó en la alacena desde el Día de Acción de Gracias del año pasado.
• Parece vacío, pero no lo está. Si cuando abres el refrigerador, no ves ninguna comida preparada que requiera 2 minutos de microondas, no significa que no haya nada para comer. Familiarízate con los vegetales que están en ese cajón que nunca abres. Si no te sientes inspirado, busca recetas los días miércoles en el diario o en la Internet.
• Empieza el día con un buen desayuno. Esto no incluye soda ?al margen de cuánto te supliquen los niños? ni la comida china que sobró de ayer, cuando tuviste que volver a ordenar comida preparada porque el refrigerador seguía “vacío”.
• Ordenar el cuarto no significa esconder estratégicamente todos los juguetes debajo de la cama, ni tirar la ropa que estaba en el piso dentro del clóset, que total no se ve.
• Inventa juegos educativos que involucren a tus hijos en las tareas del hogar. Por ejemplo, si a tus niños les gusta el basquetbol, desafíalos a tratar de embocar siempre la ropa sucia en el canasto, en lugar de dejarla regada por todas partes. Este tipo de juego también alegrará mucho a la mamá.
• Si bien en un principio parece agobiante, al cabo de un tiempo, la mayoría de los hombres logran organizarse y se convierten en increíbles padres y amos de casa. Después de todo, quedarse en casa, no está tan malo, y ningún trabajo, por bueno que sea, puede ofrecerte memorias tan maravillosas y duraderas como las del tiempo que compartes con tus hijos.

¡Feliz Día a todos los papis lectores de El Diario y La Opinión!