Más latinos en EEUU se identifican como blancos
La eterna discusión racial entre los hispanos vuelve a ser noticia tras reporte

"Europeo, indígena, gay, exmilitar, con un poco de judío. 100% corazón". Así se definió, a través de Twitter, El Gringo Valenz. Crédito: Twitter / @GeorgeLA96
El problema comienza cuando al completar la casilla de “Latino o Hispanic”, por ejemplo, en el censo nacional, se asume que se trata de una raza única.
Si tomamos en cuenta hechos como que en el siglo XX, países como Chile y Argentina fueron colonizados por alemanes, italianos, franceses y españoles. O que por ejemplo Joinville, una ciudad al sur de Brasil, es una pequeña colonia alemana donde se habla ese idioma y la mayoría de la gente es alta, rubia y de ojos claros; allí empiezan las confusiones y los problemas.
Según un nuevo estudio dado a conocer por Pew Research, y que comparó los censos de 2000 y 2010 en Estados Unidos, cerca de 1.2 millones de norteamericanos que, en un principio, se identificaron como “Hispanic, Latino or Spanish origin” cambiaron la opción de “some other race” para poner “white”.
Los datos fueron publicados en el New York Times y dieron mucho de qué hablar. Por un lado, los latinos rubios y de raza negra comentaban que los hispanos somos de todos los colores, tamaños y contexturas, y que no se necesita ser moreno de pelo oscuro para ser hispano.
Por otro lado, algunos latinos se sintieron un tanto ofendidos, pues consideraron que el artículo escrito por Nate Cohn era un poco discriminador con la etnia que más ha crecido en la última década en el país. Para ellos, el periodista interpretó que muchos latinos querían ser blancos.
Fue así como muchos hispanos comenzaron a utilizar el hashtag #ThisIsWhatLatinosLookLike en las redes sociales, para contestar a la pregunta hecha por Latino Voices. Muchas personas han publicado fotos y, como era de esperarse, los rasgos raciales son muy variados. ¿El factor común entre quienes publicaron su foto? El orgullo de ser latinos.
Guillermo Keller, de 28 años, mexicano, blanco y pelirojo, cuenta que le cuesta “entrar más al grupo de latinos porque no me veo como la mayoría”. Para él, el gran problema es otro. “Ante los latinos eres un gringo por tu apariencia y, ante los gringos, no soy gringo por mi cultura y acento. Acá no perteneces a ninguna parte. Eso a veces es difícil”, explica el ingeniero.
Algo similar le pasa a Shantal Amszynowski, para quien su nombre pasa a ser un problema.
“Cuando me preguntan cómo puedo ser rubia, alta y chilena al mismo tiempo, les explico que vengo de una familia judía polaca, que debió emigrar a países latinos escapando del holocausto, y que mi apellido se pronuncia más fácil de lo que se lee”.
Esta ingeniera, de 25 años, confiesa que jamás se ha sentido discriminada y que vivir en NYC le demostró que muchos estadounidenses comprenden mejor nuestras mezclas raciales.
Cuenta que “siempre me preguntan con mucho respeto mis orígenes, pues cuando les digo que soy latina me miran extrañados. Peor aún cuando les digo que soy de Chile”.
Ambos están acostumbrados a tener que dar explicaciones. No les molesta. Por el contrario, Guillermo cuenta que es una buena oportunidad para enseñar un poquito más de la historia de México, “porque muchos no tienen muy claro cómo es y cómo se formó América Latina”.