Cultura maya destaca en vecindario de Bay Ridge

Bay Ridge, Bensonhurst y Trenton son el destino común de migrantes de etnia maya

Blanca Campbell, originaria de Guatemala, trabaja en el Deli Three Sisters y ofrece ricos chuchos, tamales de arroz, chilmole y tortillas calientes.

Blanca Campbell, originaria de Guatemala, trabaja en el Deli Three Sisters y ofrece ricos chuchos, tamales de arroz, chilmole y tortillas calientes. Crédito: Gerardo Romo

Leobardo Ambrocio, fundador del colectivo de pelota maya Chuac Inup y reconocida voz en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, llegó a Nueva York en 2012, pero afirma que el boom de la inmigración quiché —una etnia maya— se inició en la década de los noventa.

Los vecindarios de Bay Ridge y Bensonhurst, en Brooklyn, son el destino común de un considerable grueso de esta población. Otro enclave es la ciudad de Trenton, Nueva Jersey.

En las inmediaciones de la calle 65 y la avenida 15 está situada una parada de jornaleros. La mayoría provienen de las aldeas quichés de Guatemala.

“Hay niños entre 15 y 17 años recién llegados buscando trabajo en la parada, pero los empleadores no los contratan. Les resulta muy difícil sobrevivir sin familia”, dijo Ambrocio.

Pascual Guachiac, propietario de la bodega Ebenezer, indicó que la mayoría de los inmigrantes provienen de los departamentos de Sololá y Totonicapán; y estima que un 70% de ellos hablan quiché.

“Hace unos 20 años, cuando emigré de Nahualá huyendo de la pobreza, Bay Ridge era un vecindario italiano. Para entonces no se conseguían pupusas”, comentó sin desatender a sus clientes. “Ahora hay edificios llenos de familias guatemaltecas y negocios que venden nuestros productos”.

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NOTA RELACIONADA:

A unas cuadras del negocio de Guachiac, el popular restaurante Three Sisters ofrece a los jornaleros chuchos, tamales de arroz, chilmole y tortillas calientes.

Vestida con un delantal bordado a mano de su natal San Antonio Palopó, Blanca Campbell, propietaria, cuenta que la migración de niños guatemaltecos no es un fenómeno nuevo.

“Estos niños no vienen a estudiar o buscando a sus padres, vienen a trabajar”, apuntó Campbell, conocida cariñosamente en el vecindario como Doña Chom (gordita en quiché). “Muchos vienen aquí pidiendo un plato de comida caliente, no tienen a nadie”, indicó finalmente.

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Menores inmigrantes revelaron que la travesía en La Bestia inicia en Guatemala hacia Arriaga, Chiapas. De esta ciudad avanzan de Ixtecpec, Oaxaca, al estado de Veracruz. En Tehuacan, Puebla, abandonan el tren para continuar en autobús hasta Tepic, Nayarit.

El siguiente destino es Mazatlán, Sinaloa uno de las ciudades más temidas por “los bajadores”, asaltantes armados que deben el mote por bajar a los inmigrantes del tren para robarles. Quienes logran pasar este punto avanzan a Obregón, Sonora, para luego adentrarse en la frontera en Altar o Reynosa.

El recorrido dura de ocho a 20 días, dependiendo de la habilidad del coyote.

Según la oficina del censo, en el estado radican 73,806 guatemaltecos. Las estadísticas de migrantes latinoamericanos que hablan un idioma indígena son difíciles de calcular porque el censo no clasifica las lenguas por separado, pero entre 2005 y 2009 una media de 13,513 personas en el país hablaban lenguas indígenas de Sur y Centroamérica y México, de acuerdo con la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense.

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