Aumentan empleos pero con bajo salario

La mayoría de los nuevos puestos creados en la ciudad se generaron en industrias que ofrecen una remuneración mínima

La mitad de los trabajos creados son en comercios minoristas, supermercados  y establecimientos de bebida y comida.

La mitad de los trabajos creados son en comercios minoristas, supermercados y establecimientos de bebida y comida. Crédito: <copyrite>Aurelia Ventura </copyrite><person>< / person>

Desde el comienzo de la gran recesión a finales de 2007, nunca ha sido tan fácil encontrar trabajo en la ciudad Nueva York como ahora. El problema es que la mayoría de los nuevos empleos son de baja remuneración y ofrecen mínimos beneficios o posibilidades de ascenso.

Estos trabajos atraen a muchos jóvenes que acaban de terminar la escuela y no quieren o no pueden pagar los costes de la universidad, pero a la larga pueden ser contraproducentes, tanto para ellos como para la economía.

Es el caso de Celine Mercedes, de 19 años y origen dominicano, quien se encuentra trabajando como anfitriona en la pizzería Angelo’s de Manhattan.

Mercedes dice que gana $9 la hora y que puede pagar sus gastos aunque no tiene un grado universitario. En el futuro quisiera ser enfermera. “Por ahora sobrevivo bien y no necesito un grado, aunque en el futuro me gustaría tenerlo”, aseguró.

El 70% de los nuevos puestos creados en la ciudad en 2013 se generaron en industrias que pagan poco, muchas veces limitándose al salario mínimo ($8 a la hora), como la de servicio de la alimentación (establecimientos de comida rápida, bares, cafeterías, supermercados, etc.) o la de comercios minoristas, de acuerdo a un análisis publicado este mes por la oficina del Contralor Scott Stringer.

Acceder a estos trabajos es fácil, ya que las cualificaciones que exigen no suelen ir más allá del graduado escolar, pero sus sueldos apenas permiten ahorrar, conseguir una vivienda o labrarse un futuro estable en una ciudad con los altísimos costes de Nueva York, además de que rara vez ofrecen seguro médico.

Solo son opciones viables para jóvenes que siguen viviendo con sus padres, como Jineth Soriano (19), de origen ecuatoriano, quién encontró trabajo como cajera en la tienda de 99 centavos “Jack’s” hace unas semanas. Inicialmente le pagaban $8 la hora, pero gracias a sus habilidades con la computadora la ascendieron a asistente de archivo.

“Todavía no me han dicho cuanto me van a pagar, pero estoy segura que voy a poder pagar mis gastos sin problema”, dijo Soriano, que aun así espera realizar sus estudios universitarios en el futuro.

Luego también están los que no tienen más remedio que aceptar este tipo de empleos.

“Desde que acabé la escuela, sólo he podido trabajar de empleada de limpieza o de cuidadora de niños”, dijo Rosa Cruz (24), residente en El Bronx y miembro de la organización activista La Fuente. “Tengo que aceptar estos trabajos porque tengo una niña pequeña a mi cargo. Mi sueño es ir a la universidad para ser veterinaria, pero con estos empleos es muy difícil costearla, aunque trabaje 12 horas al día”.

A nivel nacional se repite la tendencia. Aunque se crearon 2.3 millones de empleos en 2013 en el país, casi la mitad fueron en sectores de bajos salarios como servicios administrativos, comercios minoristas y establecimientos de bebida y comida.

Sectores clave para el crecimiento económico como la manufactura, el gobierno o los servicios financieros todavía contribuyen muy poco a la creación de nuevos puestos de trabajo, según IHS Global Insight, organización de análisis económico.

“De acuerdo a los datos más recientes, la economía ha recuperado ya todos los trabajos que perdió durante la recesión”, señaló Doug Handler, economista jefe para Estados Unidos de IHs Global Insight. “Pero especulamos que el trabajo que más va a crecer es el de dependiente de cafetería. Sólo en mayo se crearon 31,700 nuevos puestos de servicio de comida y bebida”

Con información de Alexandra Ochoa

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