Suicidio acecha a jóvenes hispanas en NYC

Tragedia en Queens vuelve a confirmar la alta incidencia del mal entre jóvenes latinas

@Zaira_Reporter

Como tantas familias, los Parapi planeaban tomarse libre el 4 de julio para ir a la playa hasta entrada la noche y disfrutar de los fuegos artificiales. Los planes cambiaron trágicamente en la madrugada del viernes, cuando su hija Alejandra (14) se colgó en el sótano de su hogar en el vecindario de East Elmhurst, Queens.

El motivo del suicidio de la joven ecuatoriana, quien cruzó la frontera sola cuando era niña para reunirse con sus padres, es una incógnita que atormenta a sus seres queridos.

“Es muy doloroso. Hablar de la niña nos causa más sufrimiento, es insoportable”, dijo desconsolado el padre, Max Parapi, en la puerta de su casa, cerca de la calle 101 y la avenida 32.

La Policía está investigando el motivo, no sabemos qué pudo empujarla a privarse de la vida”.

El día del incidente, Alejandra terminó clases al medio día, pero abandonó las aulas dos horas antes por un cambio de horario. La chica, quien vivía en la primera planta del edificio de tres pisos, llegó a casa hacia las 2:30 p.m. del jueves. Su cuerpo ahorcado fue encontrado por familiares a eso de la 1 a.m.

Walther Sinche, presidente de la organización Alianza Ecuatoriana Internacional y amigo cercano, contó que los esposos Parapi emigraron de su natal Cuenca dejando a Alejandra al cuidado de la abuela paterna. La separación le causó depresión y problemas de comportamiento.

“La abuela no pudo hacer frente a la situación. La familia decidió traer a la niña hace seis años a Nueva York. Cruzó sin compañía. La trajeron coyotes, era la única alternativa para reunirse”, dijo Sinche.

El activista recordó que el arribo de Alejandra a la ciudad no fue un encuentro feliz.

“La niña no reconoció de inmediato a sus padres, estaba asustada y desconfiada, estaba en shock”, explicó. “Al parecer logró adaptarse con el tiempo, todo parecía normal”.

Alejandra tenía dos hermanas de 4 y 7 años, ambas nacidas en NY. “Parecía una niña feliz, no hay explicación”, manifestó Sinche.

Los restos de Alejandra se velaron la tarde del lunes en la Funeraria Rivera, en el vecindario de Corona, y serán repatriados a Ecuador. Si usted desea hacer una donación a la familia puede llamar al (347) 684-7340.

La muerte de Alejandra volvió a poner de manifiesto la alta incidencia de suicidios entre jóvenes latinas. El reporte más reciente de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) reveló que en 2013 el 26% de las adolescentes latinas en el país contemplaron el suicidio, en comparación con el 21% en 2011.

En la Ciudad de Nueva York, la tasa de adolescentes latinas que consideraron seriamente el suicidio se elevó un 3% en sólo dos años. En Queens, el número casi se duplicó (20%) en este mismo periodo.

En Brooklyn y Staten Island, cerca de un cuarto de la población adolescente latina contempló el suicidio. En ambos condados, la tasa de intento de suicidio experimentó un crecimiento del 5%.

Rosa Gil, fundadora de La Vida es Preciosa, un programa que ayuda a las jóvenes latinas a afrontar el pensamiento suicida y a sus padres a identificarlo, dijo que la “aculturización” es uno de los factores más comunes en las estadísticas de suicidio entre hispanas.

“Cuando estas niñas migran a Estados Unidos enfrentan aislamiento en su proceso de adaptación”, dijo la experta. “Los problemas del idioma, un sistema escolar desconocido y a veces el acoso de otros estudiantes, son experiencias perturbadoras y estresantes”.

Otro factor es el abuso sexual. De las 150 muchachas que atiende La Vida es Preciosa, el 35% sufrieron abuso sexual, algo que aumenta el riesgo de suicidio.

Gil enfatizó que muchas de estas adolescentes pertenecen a familias pobres y vecindarios maltratados, con limitado acceso a especialistas en salud mental que entiendan su cultura e idioma.

Deficiente rendimiento académico, insomnio, depresión, aislamiento, sobrepeso y conducta agresiva son algunas de la señales de alarma que no deben escapar a la atención de los padres, destacó Gil.

“Es recomendable vigilar el tiempo que los chicos dedican a las redes sociales y mensajes de texto, porque su abuso inhibe el deseo de verbalizar sus sentimientos y problemas”, apuntó.

Otros datos

9% de las muertes entre los jóvenes de 15 a 17 años entre 2002 y 2011 fueron suicidios con armas de fuego, de acuerdo al reporte Understanding Child Injury Deaths, divulgado el año pasado por el Departamento de Salud de la ciudad

El programa La Vida es Preciosa de la organización Comunilife se creó en 2008 en El Bronx, y un año más tarde, abrió oficinas en Brooklyn. Es una iniciativa innovadora de prevención de suicidio diseñada específicamente para adolescentes latinas entre 12 y 17 años. Para más información puede llamar al (917) 304-3645 o visitar http://comunilife.org

Según expertos, el suicidio en adolescentes tiene mayor incidencia luego de un acontecimiento estresante. Preste atención si:
Menciona el suicidio o la muerte, o insinúa que no estará más.
Enfrenta sentimientos de culpa o de tristeza, se aísla o escribe/dibuja acerca de la muerte.
Obsequia sus objetos valiosos y pierde el interés en sus actividades favoritas.
Cambios de comportamiento, hábitos alimenticios o de sueño.
Dificultades para concentrarse, no sociabiliza y se aventura en situaciones de riesgo.

Para emergencias llame al 911
LifeNet ofrece ayuda en español en 1-877-AYUDESE.

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