Adiós migrañas y dolores de cabeza

Es muy común padecer un dolor de cabeza, pero antes de ingerir un medicamento hay cosas que debes saber. Sigue leyendo.

El dolor de cabeza puede evitarse si se conocen los factores desencadenantes.

El dolor de cabeza puede evitarse si se conocen los factores desencadenantes. Crédito: (64/365) Really really really ow... por Sarah, disponible bajo Licencia de Atribución en https://www.flickr.com/photos/dm-set / 3352663280/

Ni todos los dolores de cabeza son migrañas, ni todas las migrañas conllevan dolores de cabeza, pero cualquiera que sea el tipo de dolor, afecta tu vida personal y tu desarrollo tanto en el trabajo como en tus tareas cotidianas.

Las migrañas pueden iniciarse a cualquier edad, aunque por lo general comienzan en personas de entre 20 y 30 años. A veces el dolor desaparece después de los 50 años y se da con mayor frecuencia en mujeres que en varones.

El dolor de cabeza, jaqueca o cefalea es una de las formas más comunes de dolor y aunque su causa es desconocida, el dolor se produce como consecuencia de la dilatación de las arterias ubicadas en el cráneo.

Una migraña es un dolor de cabeza pulsátil e intenso que comúnmente afecta un solo lado de la cabeza, aunque también puede extenderse a ambos. Este tipo de dolor comienza de manera repentina y puede presentarse acompañado de síntomas como sensibilidad a la luz, nauseas, vómitos y molestias gastrointestinales.

Tanto para las migrañas como para las cefaleas la cadena exacta de hechos que las generan sigue sin aclararse. Se sabe que una migraña es causada por una actividad cerebral anormal, misma que puede ser generada por diversos factores. Los expertos opinan que el ataque se inicia en el cerebro e involucra químicos y vías nerviosas con cambios que afectan al flujo sanguíneo del cerebro y tejidos circundantes.

Las migrañas también pueden ser causadas por abstinencia de cafeína, en las mujeres con los cambios de los niveles hormonales durante la menstruación, por el consumo de alcohol, sobreesfuerzo o estrés físico, pasar por alto algunas de las comidas del día, situaciones de estrés y trastornos de ansiedad, entre otros.

Si bien no existe un tratamiento específico para las cefaleas o migrañas, el objetivo es actuar sobre los síntomas y prevenirlos evitando o alterando algunos de los factores desencadenantes. El primer paso clave consiste en aprender a controlar las jaquecas en casa: llevar un diario del dolor de cabeza ayuda a reconocer e identificar los factores desencadenantes. Así con la ayuda de tu médico puedes planear la forma de evitar estos factores.

Si sufres migrañas y cefaleas frecuentes, tu médico puede prescribirte el uso de medicamentos para reducir la frecuencia e intensidad de dolores. Comúnmente, los medicamentos de venta libre como el acetaminofén (paracetamol), el ibuprofeno o el ácido acetilsalicílico (aspirina) ayudan con las cefaleas y migrañas leves.

Sin embargo, debes tener en cuenta que el uso de estos medicamentos con una frecuencia mayor a tres veces por semana puede ocasionar cefaleas de rebote: dolores que reaparecen como consecuencia del consumo excesivo del analgésico.

De igual modo, consumir demasiado paracetamol puede causar daños al hígado, y demasiado ibuprofeno o ácido acetilsalicílico pueden irritar el estómago. El uso de cualquier medicamento siempre debe ser acompañado de la supervisión, control o recomendación profesional de tu médico.

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