Hispanos en EEUU endeudados y con salarios insuficientes

Tras la Gran Recesión, el 30% dice estar peor que en el 2008, de acuerdo con informe

El 16% de los latinos tiene problemas para llegar a fin de mes.

El 16% de los latinos tiene problemas para llegar a fin de mes. Crédito: Mariela Lombard / EDLP

Cuando se le pregunta a un residente en Estados Unidos qué tal está económicamente, en muchos casos la respuesta no es alentadora a pesar de que ya hayan pasado cinco años de la Gran Recesión.

Aunque la mayoría de la población contesta simplemente “bien” o incluso “cómodos” tras la traumática y profunda crisis que —teóricamente— acabó en 2009, cuatro de cada 10 personas todavía dicen que van con lo justo por la vida. Y el 13% da una respuesta peor: no llegan a fin de mes.

La respuesta de los latinos es algo peor, ya que pese a la (lenta) recuperación económica, el 30% vive al día y casi el 16% tienen dificultades para llegar a fin de mes. El 30% dice estar peor que en 2008, cuando la crisis se hizo más evidente en la sociedad en su conjunto.

Es algo que muestran los resultados de un estudio sobre el bienestar económico y financiero de los hogares hecho por la Reserva Federal. El objetivo de esta investigación, que se hace por primera vez, es entender mejor los efectos de la crisis y los retos que enfrentan los americanos.

Las encuestas se hicieron en septiembre de 2013 y dejan claro que los efectos de la última gran crisis siguen siendo muy reales para muchos hogares. Se ha reducido la posición económica de muchos y se han pospuesto decisiones de compra o vitales, como ampliar la familia.

Con respecto al futuro, los latinos no son muy optimistas. El 61.5% espera tener los mismos ingresos en un año y casi un 14% cree que incluso ganará menos. Es algo que no es descabellado teniendo en cuenta que pese a la lenta mejora en el mercado laboral hay muy poca presión al alza en los sueldos y una buena parte de los trabajos nuevos que se crean son de bajos salarios.

Según el Departamento de Trabajo, los salarios, que se desplomaron con la crisis, apenas registraban el pasado junio una subida del 1.8% anual, por debajo de la inflación.

El 54% de los latinos no podría cubrir sus gastos durante tres meses con ahorros, tomando prestado o vendiendo activos en caso de perder su fuente de ingresos. La mayoría no tiene un fondo para emergencias que les cubra este periodo que es el que se consideraba en el pasado era la media de lo que se tardaba en encontrar un nuevo empleo.

Pese a que la vivienda fue la “zona cero” de la crisis, quienes tienen viviendas se muestran optimistas con respecto a los precios, y de hecho una contundente mayoría de latinos espera que el precio de su casa no caiga. Un 31% espera que se revalorice un máximo del 5%.

Muchos de los que alquilan querrían comprar pero el 51% no tiene suficiente dinero para una cuota inicial.

Muchos hogares tampoco están preparados para la jubilación.

Uno de cada cinco personas no tiene nada ahorrado y en el caso de los latinos, que tradicionalmente no tienen el ahorro para el retiro laboral en su lista de prioridades, el panorama es mucho peor. El 40% no tiene este tipo de ahorros y, es más, el 32% no piensa nunca en ello. La mayor parte de los planes para la jubilación pasan por seguir trabajando de una u otra manera (en otros trabajos, a tiempo parcial, autoempleo…).

La población latina en EEUU es muy joven, pero justamente cuando se es joven es cuando se debe empezar a ahorrar, según aconsejan los asesores financieros. El 35.6% de los latinos confía en el cheque de la seguridad social.

Casi el 29% de los latinos ha decidido no ver a este especialista pese a necesitarlo por no poder pagarlo.

La mayoría de los latinos no ha podido pagar el balance total de sus tarjetas de crédito todos los meses.

El 42% de los estadounidenses dice que ha retrasado una gran compra o gasto por la crisis. Unas vacaciones, un auto o mejoras de la casa. Y un 18 han retrasado decisiones vitales como comprar una casa, trasladarse de ciudad o estado, cambiar de empleo o tener un hijo. Aunque la compra de la vivienda es la decisión más citada de lejos, el 18% ha cambiado sus planes con respecto a su descendencia por motivos económicos y el 15% ha decidido dejar para otro momento incluso el matrimonio.

Gabriel Restrepo (42), constructor
“Mi economía es la misma. Me alcanza para comer, pagar la renta, y vestirme. Por lo menos sé que en Colombia habría estado peor”.

Lisa Peña (23), trabaja en un stand de comida, Santo Domingo

“Estoy mucho mejor. Antes mis padres tenían que ayudarme, y ahora puedo hacerlo sola. Con esto me alcanza para la renta y para comprar mis cosas. Eso sí, a veces no tengo para pagar los servicios”.

Felipe Sánchez (38), México, trabaja en un restaurante peruano

“Honestamente me ha ido mejor, gracias a Dios. He tenido siempre el mismo trabajo pero las propinas son mejores ahora y me han ido subiendo el sueldo”.

Nelly Marengo (35), tiene un carro de paletas

“Creo que estoy igual. La verdad me alcanza para lo básico, lo que pasa es que no tengo nada de ahorros. He estado vendiendo paletas desde hace diez años”.

Édgar Alberto Pérez (23)

Trabaja en CBS

“Estoy mejor que hace cinco años. Mi vida es distinta. Pienso distinto. Vivo en un país distinto. En el 2009 me mudé de Santo Domingo a Nueva York. Ahora gano dinero y puedo mantenerme solo. En mi país no trabajaba en nada”. (Por Daniella Sánchez)

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