Miles de jóvenes por fin califican para DACA

Más de medio millón de niños que eran muy jóvenes para pedir el beneficio comienzan a cumplir la edad requerida para el programa

Katy, una niña mexicana que vive con su familia en la ciudad de San José, California espera ilusionada cumplir sus quince años, pero no solo por la quinceañera que le celebrarán sus padres, sino porque tendrá algo que hace tiempo espera: la posibilidad de estar legal en el país a través del programa federal de Acción Diferida (DACA).

Su hermano mayor, Jose Luis, de 18 años, ya tiene DACA desde hace más de un año y ahora no sólo se siente más seguro viviendo en este país, sino que puede manejar y hasta viajar.

Hace poco el muchacho fue a México por primera vez a visitar a sus abuelos en Guadalajara.

“Yo también quiero ir a México”, dice Katy. “Quiero conocer a mis abuelos y quiero montarme en un avión”.

Katy calificaba para obtener DACA o “Acción Diferida para Inmigrantes Menores” en todo, menos en edad: hay que tener más de 15 años para solicitar, además de estar en la escuela y haber vivido continuamente en Estados Unidos desde antes del 15 de Junio de 2012.

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A unos días del segundo aniversario de DACA, puesta en marcha el 15 de agosto de 2012, los activistas piden implementar medidas similares para favorecer al resto de los inmigrantes sin papeles, pero el programa enfrenta también en estos momentos los ataques más fuertes por parte de los republicanos que recientemente votaron una medida en la Cámara de Representantes una medida para eliminarlo.

Aunque esa medida no irá a ningún lado porque no cuenta con el apoyo del Senado, dominado por los demócratas, ni por la Casa Blanca, sí envía el mensaje claro que el programa no es bien visto por los más conservadores.

La acción diferida otorga un permiso de trabajo por dos años a todos los jóvenes que puedan demostrar haber llegado antes de 2011, sin haber cumplido los 16 años, y que sean menores de 30 años.

Según estimados del Migration Policy Institute (MPI), hay casi medio millón de niños inmigrantes que, como Katy, solamente esperan a cumplir los 15 años para ser elegibles para DACA.

MPI estima que hay 473 mil jovencitos en esta situación y que de aquí al próximo año, unos 90 mil cumplirán esa edad y podrán optar por el beneficio.

DACA ofrece un estatus legal temporal y renovable y puede ser un camino a mayores oportunidades de estudio y trabajo, además de libertad de movimiento para jóvenes que llegaron aquí indocumentados desde pequeños y aún continúan sin un camino a la residencia legal.

No obstante, el alto costo de la solicitud de DACA ($465) puede ser una limitación para algunas familias con más de un hijo elegible y los más jóvenes a menudo deben esperar un poco, ya que los hermanos mayores tienen prioridad.

“Mi mamá dijo que mi hermano necesitaba DACA más que yo, porque ya tenía edad de ir a la universidad y quería que fuera a México solo este verano”, cuenta Katy. “Pero este verano yo estuve haciendo trabajitos en la casa y para mis vecinos, cuidando niños y ahorrando para ayudar”.

Diversos estudios de los jóvenes con DACA han encontrado grandes beneficios personales para ellos al lograr su documentación para trabajar, optar por una diversidad de becas y viajar por primera vez en su vida fuera de los Estados Unidos.

Más de medio millón de jóvenes (587 mil) que llegaron a este país cuando eran niños, sin documentos, han recibido DACA. Aunque el estatus es temporal ofrece a jóvenes que han estado indocumentados casi toda su vida una semblanza de normalidad.

El estatus legal temporal que proporciona DACA ha ayudado a muchos jóvenes, previamente indocumentados, a dar un gran salto hacia trabajos, carreras y una vida más normal en Estados Unidos, pero el programa no es una panacea y estos jóvenes están aún conectados a “familias y comunidades” que siguen teniendo graves problemas.

Esta es la conclusión del profesor Roberto G. Gonzales, de la Universidad de Harvard, quien está realizando un estudio de cinco años sobre las vidas de los jóvenes indocumentados, particularmente los beneficiarios de DACA.

“Hemos visto grandes éxitos en estos dos años desde que se inició el programa. Casi el 60% de los jóvenes que hemos entrevistado tienen nuevos trabajos, y eso es algo muy bueno, 45% ha aumentado sus ingresos, una mayoría reporta menos temor a la deportación y a la policía”, dijo Gonzáles. “Pero también es claro que DACA es sólo una solución parcial a la problemática”.

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