El canal de Panamá

Es una historia de tenacidad y manipulación política para crear el gigantesco proyecto

Un barco que ingresa al Canal de Panamá atravesando el Puente de las América el 20 de enero de 2014, en Ciudad de Panamá.

Un barco que ingresa al Canal de Panamá atravesando el Puente de las América el 20 de enero de 2014, en Ciudad de Panamá. Crédito: Archivo / EFE

Visión Empresarial

Speak softly and carry a big stick, you will go far”

Theodore Roosevelt

En unos días, el 15 de agosto, se cumplirán 100 años de la inauguración del Canal de Panamá, una obra de ingeniería que nos sigue asombrando. Recientemente tuve la oportunidad de leer la estupenda obra de David McCullough, The Path Between the Seas, que narra en más de 600 páginas la monumental labor de ingeniería, política y financiera para construir ese canal.

Uno de los temas recurrentes de esta obra es el liderazgo épico de ciertos personajes, como Ferdinand de Lesseps, quien se convirtió en todo un héroe nacional en Francia después de proyectar, promover y construir el Canal de Suez. No conforme con este enorme logro, De Lesseps se dio a la tarea de construir otro canal para conectar el Atlántico con el Océano Pacífico.

De las tres opciones contempladas, Tehuantepec, Nicaragua y Panamá,el istmo de Panamá era la menor distancia lineal entre los dos océanos, pero no estaba exento de dificultades: (1) un gran macizo montañoso en la Cordillera de San Blas, (2) una selva impenetrable, (3) el río Chagres, uno de los más caudalosos de Centro América y (4) dos enfermedades mortales: la malaria y la fiebre amarilla. Estos dos últimos obstáculos fueron infranqueables para De Lesseps quien no pudo concluir su sueño.

Ante el fracaso de la iniciativa francesa, los Estados Unidos, bajo el liderazgo de Teodoro Roosevelt, retomaron el proyecto.Lo que siguió constituye un amargo episodio en la historia de nuestro continente: convencido que el gobierno de Colombia sólo buscaba una tajada de este colosal proyecto, a través de las gestiones poco ortodoxas de Banau-Varilla,el estado de Panamá declara su independencia de Colombia—acto fraguado enteramente desde Nueva York.

Tan sólo por conocer los detalles de este episodio de la historia de América Latina, vale la pena adquirir esta obra. Al leerla sabremos por ejemplo que desde la habitación 1162 del hotel Waldorf Astoria se hicieron todas las gestiones diplomáticas, se planeó meticulosamente la revuelta y se redactó el tratado para la cesión del Canal y la declaración de independencia—por lo que Banau-Varilla llamó a esta habitación con sarcasmo “la cuna de la independencia de Panamá”.

La nueva república, representada en un inicio por Bunau-Varilla, concede a EE.UU. los derechos a perpetuidad del canal y una amplia zona de ocho kilómetros a cada lado del mismo a cambio de una suma de 10 millones de dólares y una renta anual de 250,000 dólares.

Con un ejército de 4,000 personas a su cargo, el Dr. William C. Gorgas inició la campaña de sanidad más ambiciosa que la humanidad haya emprendido hasta ese momento, con lo que se erradicó la fiebre amarilla y la malaria del istmo.

El 3 de agosto de 1914, el barco cementero Colón, realizó el primer tránsito completo por el canal que fue inaugurado el 15 de agosto de 1914 sin grandes ceremonias. Su existencia cambió el curso de la historia de nuestro continente y del comercio mundial.

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