Adiós a la ansiedad

Detecta los síntomas de este padecimiento y conoce algunas medidas que puedes realizar para evitarlo

Cuando Saúl experimentó esa rara sensación de mariposas en el estómago, no le tomó importancia, pensó que era sólo preocupación. Empezó a inquietarse cuando días después, en un momento de mucho estrés en el trabajo, sintió su cuerpo más tenso de lo normal, los músculos de su espalda estaban muy rígidos, además en sus piernas y brazos comenzó un intenso hormigueo.

La molesta opresión toráxica, como si alguien le apretara el cuerpo de forma constante, fue incrementándose, también la sudoración. Saúl se dio cuenta que algo estaba mal, pero hasta que fue al doctor supo que eran algunos síntomas de ansiedad.

Los expertos señalan que en los últimos 20 años, dado el ritmo de vida que llevamos, se han incrementado el número de personas ansiosas.

El doctor Enrique González Ruelas, del Instituto de Terapias de Interdisciplinas Cognitivo Conductuales, explica que la ansiedad es un mecanismo de defensa que, bajo condiciones normales, ayuda a responder con rapidez y estar alerta a los estímulos externos; sin embargo, se convierte en un problema cuando esta situación se prolonga por más de un mes, pues comienza a alterar el rendimiento de la persona en las diversas áreas de su vida.

Por otro lado, el psiquiatra José García Marín afirma que la ansiedad se debe a factores estresantes como estar sometido a mucha presión en el hogar, en la escuela o centros de trabajo.

Por ello, si sientes que los momentos de angustia se están presentando con mayor regularidad, lo mejor es acudir con un psicólogo para que dictamine un tratamiento: si la ansiedad no es tratada a tiempo, no sólo trae afectaciones psicológicas sino algunas físicas, como enfermedades gastrointestinales y agravar casos como colitis, gastritis y úlceras gástricas.

Por otro lado, si sólo siente angustia en ciertas ocasiones, el doctor García Marín, de la Asociación Mexicana de Terapia Cognitiva, comenta: “una de las primeras medidas para recobrar la calidad de vida es realizar acciones que te permitan sentirte bien y saber que estás haciendo algo por ti. Dedica una hora al día para alguna actividad que realmente disfrutes como hacer ejercicio, leer o conversar con tus seres queridos.

“Otro punto fundamental es recobrar el sentido de la vida al darte cuenta de lo que vales como persona. También ayuda a bajar los índices de angustia, el disminuir el excesivo sentido de competencia, pues esto implica un desgaste físico y mental”.

Recuerda que funcionamos mejor en todas nuestras actividades cuando contamos con salud física y emocional. Así que la próxima vez que sientas angustia, bríndate unos minutos para respirar y tranquilízate. Después, trata de platicar con alguien de tu confianza, el abrir los canales de comunicación ayuda a desahogarnos y ver las situaciones desde otra perspectiva.

Colaboración de Fundación Teletón México

“Los sueños se cristalizan con esfuerzo”

Bojorge@teleton.org.mx

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