No confían en Nicolás Maduro
Confirman la caída imparable de popularidad del líder chavista
El presidente Nicolás Maduro ha recibido duras críticas. Crédito: <copyrite>Archivo </copyrite><person>< / person>
Caracas
Las últimas encuestas confirman la caída de la popularidad de Nicolás Maduro: sólo el 28% de los preguntados tienen algún grado de confianza en que el “hijo de Chávez” pueda resolver los problemas económicos del país, según el último sondeo de Ivad. El 64% valora como mala la gestión del presidente, frente al 34% que ve algún rasgo positivo.
El castigo es de tal calibre que de celebrarse hoy las elecciones parlamentarias previstas para el año que viene, la oposición (45.2%) batiría fácilmente al oficialismo (27.6%).
El país sudamericano lidera el ránking mundial de la inflación (se teme que acabe el año por encima del 64%) y sufre el desabastecimiento de alimentos y productos básicos, que afecta desde las medicinas a los tickets aéreos. La crisis aguda de servicios básicos, como la sanidad, y la ola de violencia aportan trazos muy grises al dibujo de la Venezuela de hoy, a 19 meses de la muerte de Chávez.
El varapalo es tan duro que el 67.4% estima que Maduro ha perdido el capital político de Chávez, su gran valedor, algo en lo que coinciden los opositores y parte del chavismo crítico. Tanto es así que el 63% de los encuestados considera que es Diosdado Cabello, líder del ala militar, quien verdaderamente toma las decisiones en el gobierno
El 57,8% apuesta porque Maduro renuncie a la presidencia y se convoquen nuevas elecciones. “Están fumando encima de un país de pólvora. ¿Será que el gobierno busca un colapso para huir hacia delante?”, se cuestionó Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática.
El control de los medios no es suficiente para imponer el mensaje gubernamental, pese a que Maduro permaneció 133 horas y 11 minutos “encadenado” (emisiones obligatorias para todas las televisiones y todas las radios) entre enero y septiembre de este año. Los constantes ataques a la oposición, incluido las acusaciones de magnicidio, no permean en la opinión pública: sólo el 18,5% cree en la conspiranoia oficial.
