Ariel Barbouth, Fundador & CEO de Nuchas
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"Siempre hay que empezar de chiquito y no dar pasos en falso", sostuvo Barbouth. Crédito: EDLP
“Nueva York no es para improvisar”, dice el empresario. “Siempre hay que empezar de chiquito y no dar pasos en falso”.
Por eso le tomó más de tres años pulir el concepto, desarrollar la marca y presentar un proyecto tan convincente a la Corporación de Desarrollo de Negocios de Nueva York y otras organizaciones que ayudan a emprendedores para lograr el financiamiento, así como para ganar la licitación de su puesto en la privilegiada área de Times Square.
“Hay muchas entidades que te apoyan, no sólo con capital, sino con conocimientos. Ese sería el segundo consejo que daría a quienes se inicien en este tipo de negocios en la ciudad”, indica con seguridad.
Barbouth se vino a Estados Unidos hace 19 años para estudiar inglés, y luego se graduó de ingeniero e hizo un máster en Negocios en la Universidad de Boston. Trabajó en la banca privada y finanzas hasta el 2001 para después invertir capital en diversas empresas de comida, cuyos productos se venden en supermercados como Whole Foods y Zabar’s.
La pasión por el buen comer de Barbouth y su esposa Leni Méndez fue, quizás, el ingrediente secreto en las recetas –creadas con la asesoría del chef Germán Lucarelli– que son el sello de Nuchas. Por eso, además de la tradicional empanada de carne argentina, ellos ofrecen masas aderezadas con romero, albahaca y espinaca, con rellenos de pollo y chipotle, costilla asada, jambalaya y nutella.
La novedad, explica Barbouth, es que la manera en que cambiaron el concepto de la empanada para hacerlo “algo exquisito, más global. Son comidas portátiles del mundo hechas al momento y con ingredientes de primera calidad”.
De esta manera, el negocio se ha fortalecido y está listo para expandirse tras la adquisición de su propia fábrica, en la que ya prepara su línea de congelados “con la misma calidad que caracteriza a Nuchas” que espera lanzar en mayo de 2015.
