Crisis católica: Arquidiócesis de NY cerrará unas 50 iglesias

La institución informó que fusionará el 14% de sus 368 parroquias como resultado de la reducción en el número de fieles y sacerdotes

@Zaira_Reporter
En uno de los recortes más grandes en la historia de la Iglesia Católica en los Estados Unidos, la Arquidiócesis de Nueva York anunció que fusionará el 14% de sus 368 parroquias en operación, lo que en la práctica significará el cierre de unas 50 iglesias.

El anuncio fue hecho ayer por el arzobispo de NY, cardenal Timothy M. Dolan, en su columna de Catholic New York, la mayor publicación de esa fe en el país.

“Muy pronto habrá un profundo pesar en algunas de nuestras queridas parroquias, ya que haremos pública la decisión que hemos estado preparando durante los últimos cinco años—la fusión de algunas de ellas”, escribió Dolan. “En algunas partes, existirá el sentimiento de que algo ha muerto”.

La medida, explica Dolan, responde a la necesidad de racionalizar los recursos de la Iglesia en función de la dramática reducción del número de fieles y sacerdotes. “En principio, 368 son demasiadas parroquias”, dijo Dolan. “(Muchas están) en zonas en las que antiguamente vivían muchos católicos, que ahora se han mudado a otras partes”.

Alrededor del 25% de las parroquias está en areas en donde residen menos del 12% de los 2.8 millones de católicos de la arquidiócesis, que abarca los condados de Manhattan y El Bronx en la Ciudad de Nueva York y otra media docena de condados en el interior del estado.

En Manhattan, unas 88 iglesias están a unas pocas cuadras de distancia una de la otra.

La medida, afirma Dolan, permitirá dedicar más recursos económicos a “nuestras escuelas, organizaciones de caridad” y servicios pastorals a pobres e inmigrantes.

Aunque la lista exacta de parroquias a desaparecer no ha sido aún anunciada, se espera que una buena parte de ellas se encuentre en comunidades con amplia presencia latina, como East Harlem y El Bronx.

Una de ellas es la Iglesia de la Santa Agonía, situada en la calle 101 y la Tercera Avenida, que supuestamente se fusionará con la de Santa Cecilia, la calle 106 y la Avenida Lexington.

“Siento una profunda tristeza por el futuro de la iglesia, no me gustaría que cerrara”, dijo la ecuatoriana Martha Ramos (66), quien asiste a los sacerdotes desde hace un año. “Los dos padres son muy viejitos, me preocupa lo que pasará con ellos”.

Ramos, con ojos llorosos, expresó que “sin importar los motivos es una pena el hecho de que cierren una iglesia donde hay tantos latinos que acuden en busca de paz y tranquilidad”.

El padre Peter Mushi, párroco de la Iglesia de Santa Cecilia, reconoció que, en los últimos años, decreció notablemente la asistencia a misa en El Barrio. “Se requiere más labor de evangelización”, sentenció Mushi, cuya feligresía es en su mayoría mexicana y puertorriqueña. “Los adultos jóvenes no acuden a las misas dominicales, nuestra iglesia tiene dificultades para cumplir la misión de cultivar su fe”.

La iglesia, construida en 1883, necesita $1.7 millones para remodelar su deteriorado edificio. A esta carencia, se suma la demanda de programas juveniles, difícil de satisfacer sin financiamiento.

“La mayoría de nuestros feligreses se fueron al norte del estado al no poder lidiar con el costo de vida en East Harlem; estamos perdiendo congregación y fondos”.

Mushi, un inmigrante nacido en Tanzania que aprendió español entre sus parroquianos de El Barrio, destacó que muchos de los sacerdotes en actividad son ya ancianos.

“Varios se retirarán pronto. Enfrentamos una preocupante falta de sacerdotes en nuestras iglesias. Todos estos factores están detrás del cierre de nuestras iglesias”, sostuvo. “No he informado a mis feligreses del plan de la diócesis, pero hay intranquilidad”.

La lista de iglesias que cerrarán no será revelada hasta que el Grupo Asesor de la Arquidiócesis, integrado por 20 miembros religiosos y laicos y 20 clérigos de todas las parroquias, emita sus recomendaciones sobre el proceso de planificación pastoral, que sería más apabullante que el de 2007 cuando cerraron 21 iglesias.

“A diferencia de 2007, en este proceso cada parroquia participa auto-evaluando su situación y compartiendo sus propuestas de ahorro”, explicó Joseph Zwilling, vocero de la arquidiócesis. “Estas sugerencias son evaluadas por el Grupo Asesor para emitir sus recomendaciones y establecer un plan final con las parroquias”.

La decisión sería notificada a las parroquias hoy al medio día y anunciada públicamente el lunes, según sacerdotes de iglesias afectadas.

“Tenemos demasiadas parroquias en vecindarios que años atrás atendían una numerosa feligresía, pero en la actualidad esos fieles se mudaron a otras áreas”, lamentó Zwilling. “El plan de la diócesis simplemente está respondiendo a esa realidad”.

La Arquidiócesis de Nueva York abarca los condados de Manhattan, El Bronx y Staten Island, y los condados de Dutchess, Orange, Putnam, Rockland, Sullivan, Ulster y Westchester. Queens y Brooklyn forman una diócesis separada con los condados de Nassau y Suffolk.

Un informe del Centro de Investigación Pew reveló que los hispanos están abandonado la Iglesia Católica a un ritmo acelerado. Actualmente, el 55 % de los cerca de 35 millones de latinos adultos del país se identifican como católicos, pero, en 2010, el porcentaje era del 67%. En cuatro años, la Iglesia Católica registró una pérdida del 12% de sus fieles.

El sondeo de Pew destacó que la mayor tendencia de abandono es entre los jóvenes. El 22% de latinos se identifica como protestante y, entre ellos, el 16% se definió evangélico.

Pew señaló que un 38% de latinos se identifican como pentecostales o carismáticos cristianos pese a no pertenecer a una iglesia pentecostal. Casi tres cuartas partes de los hispanos pentecostales (74%) han nacido fuera del territorio de EEUU, principalmente mexicanos (39%), puertorriqueños (19%) y salvadoreños (15%).

Según el sitio “A Journey Through NYC Religion”, de 2000 a 2010 las iglesias evangélicas crecieron un 39% en Manhattan.

La pastora Luz González, de la Iglesia Pentecostal Vida Nueva en Cristo en el vecindario Mott Haven, de El Bronx, comentó que muchos de sus parroquianos son católicos que no asistían a las ceremonias, ni practicaban su doctrina.

“Mi iglesia llegó a esos católicos evangelizando en las calles”, dijo la puertorriqueña convertida a la fe pentecostal hace 29 años. “No son católicos que dejaron su fe para acoger la nuestra, son personas que ya estaban alejadas de su iglesia”.

González, criada en una familia católica, comentó que el credo de sus padres no era parte de su cotidianidad, hecho que la acercó a la iglesia pentecostal.

“En nuestra iglesia la evangelización es permanente. Aquí no hay confesiones, sino cambio. El cambio le gusta a la gente”, argumentó. “Los hermanos cambian dejando de beber o fumar, apartándose de lo que no agrada a Dios. Llevan la palabra del Señor a su vida, no le dejan en la iglesia o en la voz del cura”.

González destacó que muchos de sus parroquianos son mexicanos, lo que considera un triunfo de la palabra de Dios.

“Los mexicanos son fieles a sus creencias, pero han dejado de lado la idolatría para acercarse a Jesús participando de la fe pentecostal”.

La pastora lamentó que iglesias católicas cierren sus puertas asegurando que, independientemente, de la religión, los latinos necesitan paz y guía espiritual.

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