Ayotzinapa y su protesta inmadura (o ingenua)

@GardeniaMendoza

Es increíble que tras la muerte de seis personas y la desaparición de 43 estudiantes de la normal Rural de Ayotzinapa haya tantas manifestaciones sociales y en ellas sólo se pida una cosa concreta: la aparición con vida de los estudiantes. El resto, son generalidades tales como “paz” y “justicia” justo cuando se deben exigir demandas puntuales.

Reformas para dos sistemas: el político y el de justicia, los que engendran los monstruos de gobernantes que tenemos, los que forman políticos y policías como los de Iguala: avaros, corruptos y perversos. De qué sirve la captura del presidente de Iguala, José Luis Abarca, si llega otro igual porque así los hace el sistema, como en una tortillería con la cuchilla torcida: cortará tortillas amorfas aunque se cambie la masa.

Urge una policía fiscalizada por la sociedad civil y darle a ésta la revocación de mandato; urge un alto al nepotismo en el congreso y en los partidos, un freno al “dedazo” y a las campañas políticas que toleran y fomentan las limosnas (desde camisetas a dinero en efectivo) para los pobres a cambio de votos: así llega cualquiera al poder; urge la independencia de las procuradurías de justicia ahora en manos de los gobernadores.

¿No fueron las fiscalías las que ignoraron los casos de desapariciones y muertes antes de Ayotzinapa, las que persiguieron a los dirigentes sociales incómodos para el gobernador Ángel Aguirre y esa misma situación ocurre en todos los estados?

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