Inicia el segundo periodo de inscripción en programas de salud

@aracelimartinez

A Bianca Palacias, de 23 años, se le juntaron todos los males. Por más de un año, los ha aguantado porque no tiene seguro médico.

Pero eso va a cambiar muy pronto. Este fin de semana, ella planea inscribirse en la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, más conocido como ‘Obamacare’ y espera obtener el Medi-Cal.

El segundo periodo de inscripciones de Obamacare comienza este sábado 15 de noviembre y concluye el 15 de febrero del año entrante. La agencia Covered California espera registrar a 500 mil personas sin seguro médico en todo el estado durante esta fase. Palacios son uno de los grandes objetivos del seguro periodo de registro.

Palacios dice que lleva tres años sin cobertura de salud. “Antes del Obamacare, me habían dicho que no calificaba para Medi-Cal”, comenta.

Ella tiene un empleo de tiempo completo en una casa de empeño en Huntington Park, “pero no me dan seguro médico ni me pagan horas extras”, confía.

Y platica que por mucho tiempo se atuvo a su juventud para no preocuparse por un seguro médico. Tampoco podía pagarlo con el cheque de 200 dólares que gana a la semana.

Empezó a acongojarse cuando todas las enfermedades se le juntaron. “Hace un año, me diagnosticaron piedras en el riñón, y como tuve que ir a emergencias me quedé con cuentas por pagar de miles de dólares”, dice. “Y todavía sigo con las piedras”, cuenta.

Pero la cosa no paró ahí. Al hacerle el examen físico le encontraron que una infección y bolitas en los senos. “No me las he podido tratar ni hacer los ultrasonidos ni la mamografía que necesito porque no tengo dinero”, dice.

Bianca Palacios, nacida en Huntington Park, hija de inmigrantes mexicanos dice que además por años no ha visto un dentista. “Ahorita me anda doliendo mucho un diente, y lo tengo suelto”, cuenta.

Pero las cosas se le complicaron más cuando se dio cuenta que tiene piedras o cálculos en las amígdalas.

“Para mí todo esto es muy difícil porque trabajo con el público”, dice preocupada.

Cuando el año pasado, oyó hablar del Obamacare, reconoce que “no le dí importancia. Pensé que todo lo que tengo se me iba a ir solo, pero estoy peor ahora”.

Como obra del destino, hace unos meses, se encontró por casualidad a un trabajador del sindicato United Healthcare Workers West que en el sur de la ciudad andaba en busca de personas que pudieran calificar para Obamacare.

“Les expliqué mi caso. Y me dijeron que sí calificaba. Así que estoy lista con mis papeles para irme a inscribir este sábado”, dice contenta.

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