Vuelve la batalla contra las sodas

Asambleísta de Brooklyn propone una ley para exigir que etiquetas resalten el contenido de azúcar de estas bebidas

La batalla contra los refrescos azucarados. Getty Images.

La batalla contra los refrescos azucarados. Getty Images. Crédito: Getty

El asambleísta estatal Karim Camara, demócrata representante de Brooklyn, presentó el jueves en Albany un proyecto de ley que obligaría a las embotelladoras a resaltar claro y en gran tamaño en las etiquetas el contenido de azúcar de sus bebidas, como una forma de alertar a los consumidores sobre los problemas de obesidad, males del corazón y diabetes.

Mientras más grande que sea la cantidad de azúcar en la botella, más grande debe ser el dato en la etiqueta.

De esta forma la guerra contra las sodas en Nueva York está lejos de terminar, a pesar de que el pasado junio fue refutada una legislación del exalcalde Michael Bloomberg que prohibía la venta de embases de gran tamaño con estas bebidas con altos nivel de azúcar.

La propuesta de Camara fue aplaudida por algunos expertos en salud. El asambleísta dijo que las etiquetas de advertencia ayudan a educar a los consumidores acerca de los riesgos para la salud de los productos que compran. Comparó su propuesta con las etiquetas en las cajas de cigarrillos.

“Tenemos una obligación moral. No podemos pretender que las bebidas azucaradas no son dañinas para las personas”, dijo Camara.

Legisladores en California discutieron y no aprobaron una propuesta similar a principios de año. Críticos de las bebidas azucaradas como el mismo Bloomberg también han propuesto en el pasado incremento de impuestos sobre estas bebidas que son vendidas sobre todos a los jóvenes y niños.

El pasado 26 de junio una Corte Superior de Apelaciones en Nueva York rechazó restablecer una legislación que había sido aprobada por la entonces Administración Bloomberg que prohibía la venta de soda de gran tamaño en restaurantes, teatros, puestos callejeros y escenarios deportivos. Con ese fallo la Ciudad agotó todas las instancias judiciales para seguir apelando, y la ley quedó “muerta”.

El juez Eugene F. Pigott Jr. indicó en su decisión que la Ciudad se había “excedido en su rango de autoridad” para regular la venta de sodas de más de 16 onzas, lo que le otorgó una gran victoria a la industria de las bebidas azucaradas.

La fallida prohibición no incluía a delis o tiendas que no sirven comida preparada. Tampoco aplicaba a bebidas de dieta y leche descremada.

En septiembre compañías como Coca Cola, Pepsi y Dr Pepper dijeron que reducirían las calorías en las bebidas en un 20% en la próxima década.

El exgobernador David Paterson buscó elevar los impuestos a estas bebidas en 2010, pero las embotelladoras gastaron $13 millones en cabildeo para frenar la medida, argumentando pérdidas de trabajos.

Según el Centro de Control de las Enfermedades, 35% de los estadounidenses son obesos y un 69% sufren de sobrepeso

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