Pequeños víctimas del bullying: lo que debes saber

Tanto quienes lo sufren como quienes lo practican son víctimas de un entorno familiar y social violento

El bullying es el reflejo de un entorno violento.

El bullying es el reflejo de un entorno violento. Crédito: Shutterstock

“No está bien que me maltraten o me golpeen en la escuela, mis compañeros no deben molestarme”, declara Dorian, estudiante de segundo año de secundaria: “Los que me agreden a mí y a mis compañeros aprovechan el receso, cuando no están los maestros, para llevarnos al baño y golpearnos”.

En cambio para Antonio, también estudiante de segundo, el agredir a sus compañeros tiene un fin: darse a respetar. “Entre varios agarramos al más débil o al que sea, los rodeamos entre todos, lo acorralamos en bolita y lo golpeamos”, asegura.

Esta conducta agresiva se debe a los altos niveles de violencia familiar y social que viven los adolescentes hoy en día, señala la psicóloga Diana del Olmo. Desafortunadamente, el acoso escolar se presenta en las aulas, donde un grupo (hombres o mujeres) ejercen una persecución física o psicológica hacia un alumno o alumna. Incluso se presentan casos en que los estudiantes enfrentan a su profesor.

Esta situación, señala la especialista, se recrudece en las personas con mayor vulnerabilidad, como algunos grupos etáreos, quienes se ven obligados a esconder su origen para no ser molestados.

La psicóloga del Olmo recomienda a los maestros y padres de familia observar atentamente la conducta de los hijos e hijas en su cotidianeidad, pues el aislamiento, el abandono de estudios, el maltrato de sus útiles o los moretones en la piel son características de quienes han sido víctimas de bullying.

Además, se debe ver la actitud del joven que ejerce una agresión, hay que identificar si se porta desafiante o no sigue las normas.

El uso de sustancias adictivas aparece como un indicador de que hay un problema —comenta la psicóloga del Olmo—, pero no en todos los casos se presenta. Lo que sí sucede es que tanto víctimas como agresores tienen riesgo de sufrir depresión, ansiedad, baja autoestima y sensación de rechazo social.

Para prevenir este problema, la especialista recomendó a las autoridades escolares conocer a su población con el fin de plantear estrategias para que los estudiantes se interesen en lo académico y en las actividades extracurriculares como la práctica de algún deporte, el teatro o la pintura: “Hay que procurar que los adolescentes se enamoren del mundo nuevamente; hay que mantener el contacto con los padres y transmitir la idea de que en la medida en que los maestros cambien el entorno, los alumnos también lo harán”.

Por su parte, la maestra Diana Sánchez Hernández opinó que enfrentar este fenómeno requiere un trabajo en conjunto que incluya al personal docente y administrativo del plantel, a psicólogos y a instituciones especializadas en la materia. El objetivo es evitar que las conductas de agresividad se agraven aún más en los adolescentes: “Es una problemática fuerte, pero sí se puede enfrentar, de 20 niños que hemos identificado como agresores, hemos podido rescatar a 10, pero con un trabajo constante en la escuela y en el hogar”.

Colaboración de Fundación Teletón México

“La resiliencia te ayuda a crecer en la adversidad”

Bojorge@teleton.org.mx

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