Una crisis más allá del fútbol

@rafacores

El FC Barcelona es “més que un club” (“más que un club”, en catalán). Este eslogan se puede ver en la tribuna del Camp Nou y bajo el logo en la página web oficial del equipo, en la que se explica que el lema representa el compromiso del Barca con la sociedad catalana, “que durante muchas décadas del siglo XX vivió bajo dictaduras que persiguieron su lengua y su cultura”. “Bajo esas circunstancias, el Barça siempre apoyó los sentimientos catalanes”, prosigue.

El club es quizá el símbolo más internacional de Cataluña. Su escudo incorpora la bandera catalana, cuyos colores también se replican en la segunda camiseta del equipo en un momento en que el empuje independentista está más activo que nunca. El pasado 10 de octubre el FC Barcelona se unió al Pacto Nacional para la Autodeterminación de Cataluña, una adhesión firmada por el actual presidente Josep María Bartomeu, que ahora se ha visto obligado a convocar elecciones a final de temporada antes la crisis –más institucional que deportiva–. Bartomeu no fue elegido por los socios, sino que sucedió a Sandro Rosell cuando el ex ejecutivo de Nike en Brasil dimitió de su puesto por el escándalo del fichaje de Neymar.

Bartomeu aspira a continuar legitimándose en las urnas, pero tendrá que hacer frente a Joan Laporta, que ya fue presidente del club entre 2003 y 2010 y que fue quien apostó por un inexperto Josep Guardiola que luego se convirtió en el entrenador más laureado de la historia del equipo.

Laporta es abiertamente independentista y formó un partido en 2010, pero su aventura política duró poco. Volver a ser presidente del Barça lo pondría de nuevo en primera línea

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