Lo firman James y Bale

Triunfo claro y sin objeciones sobre Espanyol para retomar la marcha

James Rodríguez (10) recibió de Cristiano Ronaldo y definió sobre la salida del portero  Kiko Casilla y el cierre tardío de Víctor Sánchez del  Espanyol.

James Rodríguez (10) recibió de Cristiano Ronaldo y definió sobre la salida del portero Kiko Casilla y el cierre tardío de Víctor Sánchez del Espanyol. Crédito: <copyrite>GETTY IMAGES</copyrite><person>< / person>

MADRID

Las dudas que merodeaban la figura de Gareth Bale tras la derrota ante el Valencia en Mestalla las fulminó el galés conduciendo al Real Madrid a una esperada reacción tras dos reveses, con un tanto de falta para enmarcar ante un Espanyol que nunca tuvo la opción ante el líder (3-0).

El equipo de Sergio González tan sólo apareció en el inicio del partido. Sintió que el peso de la duda podía instalarse en un Real Madrid lejos de la firmeza pero desaprovechó sus dos llegadas.

El regreso al 4-3-3 de Carlo Ancelotti prometía velocidad en su fútbol. Benzema estuvo más participativo y generó espacios que aprovecharon a la perfección dos ‘balas’ como Bale y Cristiano.

Ya olía a gol y llegó al minuto 12. Pelota cruzada y medida de Bale que sobrevoló el Bernabéu hasta la bota de Cristiano, pase atrás de primera y remate en carrera de James. Un segundo de sutileza para reivindicar a tres. Cristiano como asistente, Bale como gestor y James como ejecutor.

Al 28′ ya en medio de aplausos el galés tuvo su momento de ingenio. Aprovechaba poder chutar una falta y colocar su lanzamiento en la escuadra de Casilla. Ejecución magistral con la zurda y el esférico entró a la portería tras besar un poste.

Fue una losa para el Espanyol, al que le faltó fe para intentar reaccionar. Una tímida llegada de Montañés era su único balance ofensivo, mientras que la falta de agresividad e intensidad marcaba su defensa.

Cambió el panorama nada más nacer el segundo acto. Se repitió la inercia y sólo la expulsión de Coentrao por una dura entrada sobre Cañas cambió algo. Era el 53′ y el Real Madrid cambiaba su idea para pasar a jugar al contraataque.

En inferioridad numérica, curiosamente, fue cuando más llegó. Aprovechó el paso obligado al frente del Espanyol para encontrar espacios y explotarlos a la perfección.

Luego otra pifia de Bale cuando le negó una asistencia de gol a Cristiano que levantó escozor en la tribuna y en el portugués.

La situación se calmó gracias al tercer tanto madridista. Otra acción de Arbeloa, parche en la izquierda que brilló más que en la derecha, pase a Nacho y remate a red.

Así llegó una reacción obligada del Real Madrid, que aumenta distancia con sus perseguidores en la Liga, ya que Atlético de Madrid y Barcelona se enfrentarán hoy y ahora afronta un ejercicio de automotivación para creerse que puede remontar dos tantos en Copa del Rey ante el conjunto del “Cholo” Simeone. El bache de resultados tocó a su fin

http://www.eldiariony.com

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