Apoyador de los Colts es acusado de violación

El fútbol americano vuelve a verse envuelto en un problema legal después de que la fiscalía ha presentado cargos de presunta violación, confinamiento criminal y agresión al jugador de línea de los Colts de Indianápolis, Josh McNary, según confirmó Peg McLeish, portavoz de la oficina de la fiscalía de Indianápolis.

Los Colts, que deben enfrentar el domingo a los Patriots de Nueva Inglaterra por el título de la Conferencia Americana (AFC) de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), ahora deben enfrentar como un elemento de distracción el problema legal en que se encuentra su jugador McNary, de 26 años de edad, un nativo de Houston (Texas).

En declaraciones juradas de dos agentes de la Policía de Indianápolis, una mujer de 29 años de edad acusó a un hombre que inicialmente calificó como desconocido, pero que después reconoció como McNary, de atacarla sexualmente el pasado 1 de diciembre.

En el informe policial se determina que la mujer identificó a McNary como su agresor cuando le mostraron una serie de fotografías.

Según ella, hubo una pelea en la que ella causó rasguños en el cuello, cara, espalda y hombros de su atacante antes de ser agredida sexualmente.

En la documentación oficial se recoge que existe un parte médico en el que se señala que la mujer tenía sangre en la oreja y que consintió que se le realizara un examen médico de asalto sexual.

El informe indica que cuando los agentes de la policía se hicieron presentes en el apartamento de McNary, el jugador les dijo “yo sé porque están ustedes aquí“.

El jugador de los Colts dijo que conservó toda evidencia porque sabía que las autoridades irían a verlo.

McNary, que se formó en el equipo del Army, donde sirvió por dos años, antes de llegar a los Colts, donde lleva ya dos temporadas y suma 20 “tackles” en temporada regular, pertenece también a la Guardia Nacional como parte de las obligaciones que tiene adquiridas con el ejército.

Los Colts indicaron a través de un comunicado que la situación “está en el límite de nuestros conocimientos“, y agregan que la organización “está preocupada y tratando de conocer los hechos, pero tenemos poca información al respecto como para dar una opinión”.