Un hijo adulto necesita de tu apoyo económico

¿Qué tan serio debe ser el problema antes de ayudarlo?¿Le presto el dinero o se lo regalo? Los expertos aconsejan

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Crédito: <copyrite>shutterstock.</copyrite><person>< / person>

Según una encuesta reciente de Consumer Reports en la que participaron más de 24,000 suscriptores de 55 a 75 años, 14% manifestó que le brindaban algún tipo de ayuda a un hijo adulto. Sin embargo, ni siquiera se necesita tener hijos para encontrarse en esa situación.

Un padre, hermano, sobrina —elige cualquiera—, con una mala racha puede plantear el mismo tipo de dilema. A continuación, algunas maneras posibles de hacerle frente:

Cuándo ayudar, cuándo no hacerlo

Un buen primer paso es determinar qué tan serio es el problema en realidad, dice Ken Moraif, planificador financiero certificado de Money Matters en Plano, Texas.

Si un hijo adulto se encuentra ante un juicio hipotecario o necesita fondos para enfrentar problemas serios de salud, querrás intervenir, siempre y cuando tu posición te permita hacerlo.

Pero evita vaciar tus cuentas de jubilación o contraer más deudas, si te es posible. Primero, extrae el dinero disponible de un fondo para emergencias o de una cuenta de mercado monetario o bancaria, opina Moraif. Luego, piensa en cuentas de inversiones gravables. Toma dinero prestado de una cuenta de impuestos diferidos, como una 401(k), solo como último recurso.

Piensa bien antes de ayudar con deudas renovables, como préstamos y deuda de tarjetas de crédito, advierte Robert Stammers, el director de educación para inversionistas del CFA Institute, una organización profesional de analistas financieros certificados.

“Si simplemente saldas la cuenta y, para empezar, tu hijo tiene malos hábitos económicos, es posible que solo estés facilitando una mala conducta”, dice. Una idea mejor: ayúdalo a negociar mejores tasas y establecer un plan de pagos.

Tener un padre o hermano con una mala racha puede plantear el mismo tipo de dilema.

Un buen motivo para no ayudar es que sencillamente no esté a tu alcance hacerlo. “Si el efecto que tendrá en tu economía será tan negativo que no podrás subsistir con tus propios activos, probablemente debas decir que no”, opina Stammers. Lo último que debes hacer es agotar tus ahorros jubilatorios y terminar dependiendo económicamente de tus hijos.

Piensa, en cambio, en maneras no monetarias de ayudar, como ofrecer un auto familiar que ya no necesites, recurrir a tu red profesional para ayudar a tu hijo a encontrar un trabajo donde le paguen mejor, o cuidar a tus nietos mientras tu hijo asiste a entrevistas laborales o trabaja turnos extra, recomienda Gina Chironis, contadora pública de Clarity Wealth Management en Irvine, Calif.

¿Deberían mudarse a nuestra casa?

“Si tú y tu cónyuge aceptan que vengan hijos adultos a vivir con ustedes, tengan una reunión familiar antes”, expresa Tim Prosch, autor de “The Other Talk: A Guide to Talking With Your Children About the Rest of Your Life” (McGraw-Hill, 2013). Decidan cómo van a repartir los gastos y las tareas domésticas.

Lo más importante es que elijan una fecha objetivo para que su hijo se mude a otro lugar. Tanto los Thomas como los Greutman permitieron que sus hijos y nietos vivieran con ellos durante un breve tiempo. Asimismo, Mark y Lauren tuvieron que liquidar el préstamo y pagar los intereses, pagar el alquiler, y ayudar a cocinar y mantener la casa limpia

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