El otro rostro de Mario Vázquez Raña y por qué divide tanto las opiniones

Tras la muerte del dirigente deportivo, en México la polémica se encendió en torno a su figura y legado

El legado de un hombre polémico.

El legado de un hombre polémico. Crédito: EFE

De sus muchos momentos de convivencia con Mario Vázquez Raña, Daniel Aceves recuerda aquel día en el Centro de Convenciones de Anaheim, cuando disputó por México una final de lucha grecorromana de los Juegos Olímpicos de 1984.

“Se marcó un toque de espaldas que le dio la victoria al japonés (Atsuji Miyahara)”, relató Aceves, 31 años después. “Vázquez Raña vino y me dijo: ‘Sé que la decisión es injusta. Vamos a ver si podemos meter una protesta. Pero si no prospera es porque no te ubicas ahí en este momento y significa que hay que trabajar más para lograrlo”.

Vázquez Raña, quien siempre ponderó el trabajo arduo, murió el domingo en la Ciudad de México a los 82 años de una vida marcada por su longevidad como dirigente deportivo.

En cuanto se conoció la noticia, empezaron a llover las opiniones divididas en torno a la figura más jerárquica –respetada y temida– que ha tenido el deporte mexicano, cuya influencia también se prolongó por varias décadas en toda la región latinoamericana como presidente de la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA) y la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales (ANOC, por sus siglas en inglés).

“Fue un mexicano que tuvo esos liderazgos con base no sólo en su astucia y conocimiento, sino en su amor al deporte olímpico”, afirmó Aceves.

Tras la noticia, muchos se han expresado sobre Mario Vázquez Raña, y muchos en un sentido muy crítico, lo cual no es extraño cuando se trata de un dirigente deportivo de larga gestión. Pero cuando el dirigente además tiene vínculos con los presidentes de una república donde la clase política sufre de enorme desgaste, los cuestionamientos son inevitables.

Pero algo que quienes le conocieron un poco más de cerca pueden decir es que el hombre era un líder.

El magnate llegaba en helicóptero a sus oficinas de la Organización Editorial Mexicana (OEM), un consorcio de periódicos a lo largo del país, pero a la hora de tratar a sus empleados, era tan sencillo como cualquiera; motivaba a sus trabajadores y les convencía –no con grandes salarios– de que ellos eran los mejores o que podían serlo.

Hacia el exterior, Vázquez Raña fue visto la mayor parte del tiempo como un dirigente corrupto que se beneficiaba de los compadrazgos, y que durante mucho tiempo hizo demasiado poco por el desarrollo del deporte mexicano, incluso el latinoamericano.

Pocos conocieron mejor a ‘Don Mario’ que Rosalinda Coronado, la experimentada periodista del diario mexicano Esto –propiedad de Vázquez Raña– del cual es subdirectora tras muchos años al frente de la cobertura del deporte olímpico.

Cuando se le preguntó a Rosalinda, muy afectada por la noticia, por qué tanta gente reaccionaba de manera tan negativa hacia Vázquez Raña, ella optó por reservar sus palabras para una ocasión menos emotiva.

“El legado más grande que ha dejado ha sido su universalidad. Defendió a todos los comités olímpicos nacionales, los trató con igualdad”, aseveró Coronado al hablar de la obra del inconfundible hombre de lentes y bigote.

Y agregó: “Luchó para el ingreso de más mujeres en el deporte. Hizo una ODEPA más fuerte, ayudó para que estuviera mejor representada en los Juegos Olímpicos. Se opuso a los boicots olímpicos y su legado se ve también en las becas a deportistas, en instalaciones deportivas en toda América y en apoyos económicos”.

Todo lo anterior se puede documentar a favor de Vázquez Raña. Y al mismo tiempo, se puede decir que caso por caso, todo puede ser rebatido por sus detractores.

Si el legado de ‘Don Mario’ tuviera que ser medido sólo por el desarrollo del deporte mexicano, las notas serían más bien modestas: 36 medallas olímpicas bajo su largo periodo de influencia. Pero también es cierto que él supo insertar a su país y a otros países en el movimiento olímpico como tal vez nadie hubiera podido hacerlo mejor durante su tiempo.

Vázquez Raña cubrió toda una época en el deporte mexicano, una en la que los progresos pudieron y debieron ser mejores. Pero resulta absurdo que se le culpe por el lento desarrollo del deporte en un país y una región fundamentalmente en histórica desigualdad competitiva.

Todos como personas tenemos luces y sombras”, dijo el ex olímpico Aceves.

Vázquez Raña se ganó especial repudio de parte de la opinión pública por el manejo informativo que hizo en sus diarios en temas de política. Y en el terreno deportivo también tuvo equivocaciones y excesos.

Pero ‘Don Mario’ le dedicó buena parte de su vida al deporte, a promoverlo, y eso es justo reconocerlo.

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