Esposa de alcalde de Caracas arremete contra Maduro

Mitzy Capriles de Ledezma afirma que el régimen no es demócrata, no tolera la disidencia

Está dispuesta a recorrer el mundo para denunciar la "injusticia".

Está dispuesta a recorrer el mundo para denunciar la "injusticia". Crédito: Getty Images

Llegó su turno. Mitzy Capriles de Ledezma, la mujer del alcalde mayor de Caracas, tomó con fuerza la bandera de la libertad de su marido, detenido tras la última andanada de Nicolás Maduro contra la oposición. Está dispuesta a recorrer el mundo para denunciar la “injusticia” cometida contra Antonio Ledezma. “Estoy preparada mental y espiritualmente para lo que venga”, dice tras visitarlo en la prisión militar de Ramo Verde, el mismo calvario que recorre Lilian Tintori, la mujer de Leopoldo López, desde hace un año.

-¿Qué supo de su marido en las últimas horas? ¿Cuál es su estado de ánimo?

-Pude verlo en la cárcel de Ramo Verde, tras una semana de su injusta detención. Él se encuentra fuerte y sereno, posee un temple muy sólido.

-¿Cómo explica la violencia de su detención? ¿Hacía falta medio centenar de hombres para llevárselo a la fuerza?

-¡No puedo explicármela! Es un completo abuso y violación de sus derechos constitucionales; mi esposo es el alcalde metropolitano de Caracas, un hombre de honor, no un delincuente. No hacía falta ni un hombre armado para llevárselo; si le hubiesen extendido una citación, él hubiera asistido voluntariamente. Él ha vivido en Venezuela toda su vida y nunca tuvo intenciones de ocultarse ni de irse de nuestro país.

-¿Lo acusan de ser un golpista?

-Ésa es una acusación falsa, sin ninguna base. Mi marido ha participado durante toda su carrera política, que es muy extensa, apegado al cumplimiento de la Constitución. Es algo absurdo que se lo acuse de golpista o de conspirador.

-¿Basta el testimonio de un militar, que además denuncian fue torturado, para mandar tras las rejas al principal alcalde del país?

-Rotundamente no. Ésa es otra arbitrariedad y manejo fraudulento de la justicia y de los entes públicos. El Ministerio Público presenta este testigo, que mi esposo no conoce, y además existe información de que presuntamente estuvo en un sitio terrible en el Sebin [Servicio Bolivariano de Inteligencia], llamado “La Tumba”. Su testimonio ni siquiera puede ser tomado en cuenta legalmente, pues fue expuesto públicamente por el gobierno en televisión, violando el debido proceso.

-¿Teme que su detención se prolongue, como ya ocurre con López?

-En nuestro país no hay Estado de Derecho. El juicio de Leopoldo, el que se pretende hacer a mi esposo, como el de tantos otros presos, son juicios políticos que además de violar sus derechos humanos obedecen al mandato del gobierno.

-¿Asumirá usted el papel que le tocó a Tintori?

-Yo asumiré igual que lo ha hecho ella la defensa incondicional, permanente e incansable por los derechos humanos de mi marido, sin duda alguna.

-¿Su marido fue uno de los políticos más odiados por Hugo Chávez, que incluso inventó un jefe de gobierno en Caracas para quitarle competencias. ¿Imaginaba que con Maduro continuaría la persecución?

Maduro es el ungido de Chávez. Su manejo ha sido ineficiente y corrupto, lo que nos ha traído una profunda crisis social, moral, económica, de seguridad, de salud? Así que era de esperarse que ante las declaraciones de advertencia, alarma y denuncia que venía haciendo mi esposo responsablemente Maduro continuara con su persecución.

-¿Por qué esa inquina del chavismo contra Ledezma?

-Porque este régimen no es demócrata, no tolera la disidencia, porque Antonio ha sido un luchador incansable contra los desafueros y ha dejado en evidencia a través de su voz demócrata los desmanes que sin ninguna vergüenza ejecuta el gobierno. Porque han visto que como alcalde ha sido eficiente durante su gestión y porque es el funcionario que ha obtenido el mayor número de votos después del presidente.

-¿A qué se debe la embestida actual del chavismo contra la oposición?

-A que no aceptan las críticas ni a quienes piensan distinto, porque no son demócratas.

-La detención de su esposo, dicen dirigentes, evidencia la desesperación del gobierno. ¿Es inminente la vuelta del diálogo para encontrar salida a la crisis? ¿Su esposo lo apoyaría?

-Mi esposo participó en un “diálogo” en 2013, cuando junto a otros funcionarios electos fueron invitados a Miraflores por Maduro. De esa visita sólo se desprendieron burlas y ofensas [durante meses Maduro denominó a Ledezma el vampiro]. Mi marido aceptaría dialogar con las garantías suficientes y seguras de que esas conversaciones serían tomadas en cuenta si de ello dependieran el rescate de las instituciones nacionales y un acuerdo para el restablecimiento de la democracia.

-Ustedes están emparentados con líderes del chavismo, en concreto el ministro Andrés Izarra. ¿Ha recibido alguna información de él?

-No, el tema político no es tratado en familia por respeto a la tendencia que cada quien tiene. Hemos practicado la tolerancia bajo la premisa de que el amor a la familia está por encima de cualquier diferencia.

-¿Qué le diría a Maduro si lo tuviera aquí, frente a usted?

-Le diría que le dé paso a la alternativa democrática para comenzar con la reconstrucción de Venezuela.

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